Río de Janeiro, Brasil.
La comisión parlamentaria que analiza si existen méritos jurídicos para iniciar un juicio político contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, comenzó hoy una sesión que acabará con una votación crucial para el futuro del proceso.
La comisión, integrada por 65 diputados, deberá votar el informe presentado por el diputado instructor, Jovair Arantes, quien ha recomendado que se avance hacia un juicio contra la presidenta por unas maniobras fiscales consideradas ilegales, pese a la opinión contraria del Gobierno, que califica el proceso de 'golpe'.
'Este no es el momento de dividir aún más al país', manifestó el presidente de la comisión, Rogério Rosso, quien instó a todos los diputados a seguir 'rigurosamente' lo establecido en la Constitución y lo que dicten sus 'conciencias'.
Si el informe presentado por Arantes es aprobado por una mayoría simple, pasará al pleno de la Cámara de Diputados, que lo votará a lo largo de tres sesiones que se espera que comenzarán el próximo viernes y concluirán el domingo.
| Claves
1. Puntos para Rousseff
Según el recuento realizado por el diario Sao Paulo, 290 diputados votarán por el impeachment, 52 menos que los necesarios para lanzar a la joven democracia de este país de 204 millones de habitantes por senderos desconocidos.
2. Indignados
Según una encuesta del instituto Datafolha, 61% de los brasileños se declara favorable a la destitución de Rousseff y un 60% considera que debería dimitir.
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Todas las proyecciones de la prensa local y los analistas adelantan que el informe de Arantes será aprobado en la comisión, por lo que el proceso debería proseguir en el plenario de la Cámara baja.
En esa instancia, los impulsores del juicio político necesitarán una mayoría calificada de dos tercios (342 de los 513 votos), que hasta ahora está en duda, aunque todos los pronósticos apuntan a una ligera ventaja para la oposición.
No obstante, todos los analistas coinciden en que los 342 votos aún no están garantizados, lo cual abre un enorme margen de dudas.
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En caso de que el proceso sea respaldado en la Cámara baja, la causa pasará a los 81 miembros del Senado, que por mayoría simple decidirán si se inicia lo que sería el propio juicio político contra Rousseff.
Si así fuera, la mandataria deberá separarse del cargo por un lapso de 180 días, que será el tiempo que tendrá la Cámara alta para el desarrollo del proceso.
El cargo de Rousseff sería ocupado durante ese período por el vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que tras haber sido durante años el mayor pilar de la coalición oficialista, ha decidido romper con el Gobierno. EFE
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