Karika, Uganda.
Cuando los habitantes de Kakira se referían a él como un monstruo no estaban exagerando. Y así quedó demostrado, luego que las autoridades capturaran y presentaran al público a un cocodrilo de una tonelada de peso, que supuestamente se comió a seis personas en ese pueblo de Uganda.
El animal, de exactamente 2,204 libras, fue cazado la semana pasada por oficiales encargados de proteger la vida silvestre, luego de cuatro días de una intensa búsqueda por el pueblo ubicado en el este del país. Las autoridades indicaron que el animal también había causado heridas a decenas de personas.
El cocodrilo, de 80 años, no será sacrificado y en cambio sería trasladado a un parque nacional donde será vuelto a poner en libertad, para que viva lejos de centros poblados y evitar así que vuelva a atacar a un ser humano.
Algunos reportes de medios locales indicaron que una de las víctimas del gigantesco lagarto fue el pescador Bosco Nyansi, un padre de dos pequeños cuya ropa se consiguió flotando cerca del área donde se capturó al animal.
Nyansi llevaba varios días desaparecido. Al menos otros cinco pescadores han sido reportados extraviados mientras andaban en las agua del Lago Victoria, donde fue cazado el cocodrilo, y se sospechas que también fueron atacados y hasta consumidos por el gigante.
Cuando los habitantes de Kakira se referían a él como un monstruo no estaban exagerando. Y así quedó demostrado, luego que las autoridades capturaran y presentaran al público a un cocodrilo de una tonelada de peso, que supuestamente se comió a seis personas en ese pueblo de Uganda.
El animal, de exactamente 2,204 libras, fue cazado la semana pasada por oficiales encargados de proteger la vida silvestre, luego de cuatro días de una intensa búsqueda por el pueblo ubicado en el este del país. Las autoridades indicaron que el animal también había causado heridas a decenas de personas.
El cocodrilo, de 80 años, no será sacrificado y en cambio sería trasladado a un parque nacional donde será vuelto a poner en libertad, para que viva lejos de centros poblados y evitar así que vuelva a atacar a un ser humano.
Algunos reportes de medios locales indicaron que una de las víctimas del gigantesco lagarto fue el pescador Bosco Nyansi, un padre de dos pequeños cuya ropa se consiguió flotando cerca del área donde se capturó al animal.
Nyansi llevaba varios días desaparecido. Al menos otros cinco pescadores han sido reportados extraviados mientras andaban en las agua del Lago Victoria, donde fue cazado el cocodrilo, y se sospechas que también fueron atacados y hasta consumidos por el gigante.
