Tennessee, EEUU
En un discurso en el estado de Georgia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump señaló que los gobiernos que integran el Triángulo Norte 'probablemente se roban' las ayudas enviadas.
'No estamos jugando', dijo el mandatario de EEUU cuando se refirió al llamado del Ejército en la frontera sur con México que busca frenar el paso masivo de las caravanas migrantes a las que considera una 'invasión'.
Trump cuestionó la manera en que las caravanas se forman cuando su gobierno ha 'pagado' millones de dólares en ayudas a Honduras, El Salvador y Guatemala.
Esta ayuda para él tendrá que 'parar muy pronto' ya que 'ellos no hacen nada por nosotros, absolutamente nada'.
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Las caravanas se formaron desde el pasado 13 de octubre, por lo que según mencionó en su discurso, 'le pedí al vicepresidente Mike Pence que llamara al presidente de Honduras, a todos y les dijo; escucha, no queremos que no permitas la formación de caravanas en tu país. Te pagamos cientos de millones de dólares al año', dijo.
Para Trump, la ayuda otorgada a los gobiernos del triángulo norte 'es muy probable que se los roben y no queremos eso', señaló.
Siguen en su ruta a EEUU
Pese a que Trump ha enviado las tropas a la frontera sur, muchos migrantes centroamericanos de la caravana, que está fragmentada, llegó ayer domingo a la Ciudad de México para intentar resolver su situación migratoria para continuar su viaje hacia los Estados Unidos.
La mayoría salió de Córdoba, Veracruz, en busca de un auto que pueda darle 'aventón' hasta la capital, aunque algunos esperan conseguir boletos de autobús, que cuestan más de 400 pesos.
Mujeres, niños, adultos y familias completas comenzaron a caminar pasadas las 6:00 horas para tomar el viaje de más de cuatro horas.
'Ahí en Ciudad de México nos van a dar un permiso especial para ir a la frontera', dijo José Alexis Cárcamo, un hondureño que ha sido deportado dos veces desde Estados Unidos.
'Si no se resuelve pronto, yo me tengo que ir', añadió. Leyla Paguada también confió en que el proceso será rápido.
En su marcha hacia la carretera, la caravana, con carriolas y cobijas en las manos, atravesó el Centro de Córdoba, donde una instalación de cruces rosas y carteles dan cuenta de los crímenes contra mujeres en México.
El grueso de migrantes de la primera caravana, de más de 5 mil personas, que entró a México y ha caminado por Chiapas, Oaxaca y Veracruz, confía llegar hoy mismo a la capital, a donde desde ayer arribaron otros.
El Presidente Enrique Peña Nieto les ofreció empleos temporales, pero los condicionó a que se queden en Chiapas y Oaxaca, mientras que el Gabinete del próximo mandatario, Andrés Manuel López Obrador, anunció que podría contratarlos para construir el Tren Maya.
La mayoría de los migrantes, sin embargo, tiene como objetivo conseguir refugio político en México y acercarse incluso a la frontera con Estados Unidos para pasar.
