“JOH podría testificar sobre pruebas clasificadas”: Oscar Estrada
Según el analista, las pruebas clasificadas podrían ser sobre reuniones entre JOH y agencias de inteligencia de EE UU sobre su lucha contra el narcotráfico y los riesgos que conllevaba
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Estrada, autor de “Tierra de narcos, como las mafias se apropiaron de Honduras”, considera que las pruebas clasificadas que debate la Fiscalía y la defensa de JOH daría un giro importante al caso.
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Tegucigalpa.
El proceso judicial que enfrenta el expresidente Juan Orlando Hernández en Estados Unidos por acusaciones de narcotráfico ha generado gran atención y controversia, especialmente en relación con el manejo de información clasificada.
En una entrevista exclusiva para LA PRENSA Premium, el escritor y analista Oscar Estrada, exploró las razones detrás de los continuos retrasos en el juicio y brindó sus opiniones sobre el caso, ahora pospuesto por cuarta vez. A continuación la entrevista.
Hablemos sobre esta información clasificada, no sabemos de qué se trata, pero ¿cree que podría ser a favor o en contra de Juan Orlando?
Da la impresión, por lo que estamos viendo, que la estrategia de la defensa se centra precisamente en esa información que están pidiendo, en la cual daría luces sobre reuniones y trabajos que no conocemos, que no sabemos qué es lo que están pidiendo, pero de trabajo con las distintas agencias de inteligencia de Estados Unidos. Hablamos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), estamos hablando del Comando Sur, del Departamento de Estado, del Homeland Security Department y otras agencias con las que el señor Juan Orlando colaboró durante sus años en la presidencia, tanto del Congreso Nacional como de la República. Sabemos que él mantenía reuniones en las distintas headquarters (sedes) de las agencias de inteligencia, no una vez, sino varias veces, ¿no? Y él lo único que está pidiendo son informes de esas reuniones en las que él estuvo específicamente.
Por lo tanto, yo especulo, que la información que está pidiendo, él conoce claramente qué es lo que se dijo en esas reuniones, qué es lo que se discutió, incluso de operaciones que todavía están activas en el país y en la región. El problema que está teniendo ahora la Fiscalía es que ellos tienen que cumplir con el derecho de defensa del imputado, darle la información que sea exculpatoria, si existe, pero al mismo tiempo no pueden arriesgar el tema de seguridad nacional al revelar información que es clasificada.
Esta información que sea admitida por las partes ¿podrá ser conocida públicamente?
Vamos a conocer lo que se presenta en el juicio, pero el propósito de la audiencia de la Ley de Procedimientos de Información Clasificada (CIPA, por sus siglas en inglés), es para poder explicar, para poder discutir entre la abogada Sabrina Shroff, que es la persona acreditada, para poder conocer esta información, porque ella es perito de información clasificada, es la que tienen lo necesario para poder manejar temas de seguridad nacional, poder discutir entonces cómo se va a presentar, qué versión se va a dar de estos documentos. O sea, no se van a entregar los documentos completos. No vamos a ver los documentos completos hasta que se desclasifiquen, dentro de unos 20 o 25 años, que es el tiempo que tiene más o menos para desclasificar estos documentos, pero vamos a poder conocer resúmenes, versiones redactadas, con esos tachones negros que vemos a veces en las películas, ¿no? O en algunos casos, si van a presentar el documento completo, según sea el nivel de conflictividad que pueda esto tener con la seguridad nacional.
¿La información clasificada que aprueben podría influir en la percepción del jurado sobre la inocencia de Juan Orlando?
Eso es lo que busca hacer la defensa precisamente. La Fiscalía ha construido una narrativa similar a la que se ha presentado y que ha sido suficiente para condenar a los imputados en los otros casos, de que el señor Juan Orlando Hernández colaboraba con narcotraficantes y toda esta información que conocemos, porque hemos visto ya en los documentos cuáles son los testigos que llamarán, cuáles son las pruebas que presentarán. No hemos conocido hasta el momento nada de la estrategia de la defensa que piensa presentar en este juicio, también es hasta ahora que comenzamos a tener conocimiento de esta información clasificada.
Si la defensa está pidiendo esta información es porque consideran que hay elementos que podrían servir para exculpar al señor Juan Orlando Hernández o por lo menos para crear fisuras en la narrativa de la Fiscalía. Sabemos que la defensa pretende presentar a través de estos documentos que el señor Juan Orlando Hernández tenía una colaboración muy estrecha con altos oficiales de seguridad nacional, incluyendo presidentes, vicepresidentes, secretarios de Estado, directores de las agencias. Y que en esas reuniones se discutía el tema del narcotráfico, se discutía el tema de la lucha que él (JOH) estaba llevando en ese momento y los posibles riesgos que presentaba.
¿Qué más habría en esa documentación clasificada?
Se habla, incluso, de que en estos documentos podría estarse también develando qué pasó con esos aviones que dicen que le derribó con la Ley de Derribo de Aviones, que fue uno de los problemas que tuvo Juan Orlando Hernández en su presidencia, porque se supone que venían varios agentes infiltrados de la DEA en esas aeronaves. Esta es la información que la defensa está pidiendo y que la Fiscalía continúa entorpeciendo después de casi dos años y medio de que se solicitaran.
¿Qué riesgos implicarían para la Fiscalía si se admiten estas pruebas, es decir, por qué las estarían bloqueando?
Si la están bloqueando es porque hay temas de seguridad nacional que están en riesgo. Están dos derechos en conflicto, el derecho a la defensa de Juan Orlando Hernández, que la Constitución de Estados Unidos se le reconoce, el derecho a poder presentar en el juicio cualquier evidencia que sea exculpatoria. Y por el otro lado, el tema de seguridad nacional, que también Estados Unidos tiene operaciones que son importantes para ellos mantener en secreto. Este es el equilibrio entre estos dos derechos es precisamente lo que se está discutiendo en este momento a puerta cerrada.
Un día como hoy se emitió la orden de extradición de Juan Orlando Hernández y una preguntas que se hace la gente es ¿por qué luego de dejar la silla presidencial, Juan Orlando no huyó a Nicaragua o no se fue a otro país y esperó ser capturado, si supuestamente es culpable?
Yo pienso que él siempre tuvo muy claras sus opciones. O sea, pudo haber intentado huir, imagino, incluso siendo presidente del país, como ocurrió en el caso de -Alberto- Fujimori, que se fue a Japón siendo presidente del Perú y de allá mandó la carta renunciando. O sea, pudo haber tenido muchas opciones, pero sabe que en la práctica las opciones son limitadas. Eventualmente, iba a llegar a él a justicia, ya sea porque el gobierno de Daniel Ortega decidiera entregarlo o cualquier condición, era una situación en la cual él no iba a tener control, aparte del costo económico que lleva también, y que era un reconocimiento tácito de su culpabilidad, y él ha mantenido siempre desde un inicio la tesis de que es inocente, y sabía que la única forma de mantener esa tesis es peleándolo en las cortes. Entonces, él decidió pelearlo y tiene ya dos años de estar en eso y como vemos continúa él en ese proceso peleando su inocencia y tocará pues a un jurado decidir si es inocente o es culpable, según se le presenten las pruebas.
¿Quién cree usted, además de lo que ya hemos escuchado, que suba al estrado a testificar?
Sabemos que van a ser los testigos que sirvieron para encarcelar y condenar al señor ‘Tony’ Hernández en el 2019, sabemos que varios de los testigos también que sirvieron para encarcelar y condenar a Geovanny Fuentes, están ahí, también posiblemente el señor Geovanny Fuentes sea un testigo, y el señor Fabio Lobo podría ser, se menciona, aunque no se dice el nombre, se pone con nombre clave, con número y con letras, pero por las características que dan, uno puede presumir que sería Fabio Lobo.
Hay una persona más ahí que yo no logro entender quién sería esa persona, pero en este momento estos son los testigos que tenemos con seguridad que van a asistir. De parte de la defensa no se ha mencionado todavía quiénes son los testigos, solamente existe la posibilidad, según la Fiscalía, de que el señor Juan Orlando Hernández suba al estrado como testigo precisamente para dar contexto a esta información clasificada que le ha estado pidiendo.
Y en este punto, ¿cree que haya más involucrados en el caso de Juan Orlando o es Juan Orlando supuestamente la parte más alta?
La narrativa que he manejado la Fiscalía es que Juan Orlando es la corona, es la punta de la pirámide. Obviamente, van a salir más nombres mencionados en este juicio de personas que sirvieron en el gobierno de Juan Orlando Hernández o que sirvieron en la estructura criminal, si se comprueba al final que hay una estructura criminal, que estarían saliendo involucrados y si estas personas aparecen en otros casos, entonces lo más seguro también es que se habría un proceso de investigación y posteriormente una solicitud de extradición para conocer los cargos aquí en Estados Unidos.
¿Cuál es su opinión sobre el papel de la DEA y otras agencias de inteligencia en la lucha contra el narcotráfico en Honduras?
Mira, una de las cosas que parece que va a surgir en este contexto es que ha sido una práctica común, y digo común porque la hemos visto en Colombia, por ejemplo, y la hemos visto también en México de alguna manera, donde para poder combatir a un cartel, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y los organismos de seguridad se alían con otro cartel. Sabemos que en Colombia eso ocurrió, por ejemplo, con el cartel del Cali para poder hacer frente al cartel de Medellín. En México ocurrió con el cartel de Sinaloa para hacer frente al cartel de los Zetas y a otros carteles que estaban en ese momento, como una forma de reducir la violencia y de controlar el ingreso, bajo la lógica que es más. Y después sucede que ese cartel también se vuelve blanco de la DEA y terminan al final todos siendo perseguidos.
Entonces es posible que en este contexto veamos algo parecido, ¿no? De ciertos vínculos, cierta colaboración, diría, entre comillas. No hemos visto nada de eso, pero podría ser algo que podríamos enfrentar. Creo que hay mucho todavía que no se ha explicado sobre el rol de la DEA en nuestros países. Hay bastante literatura que trata de explorar esos puntos. En algunos lugares sabemos que han tenido conflictos, como en Bolivia, por ejemplo, donde fueron ya cerradas las operaciones de la DEA y expulsados los agentes de la DEA. Actualmente en México también están teniendo conflictos. Incluso el presidente de México llegó a decir que la Agencia Central de Antidrogas fabricaba casos en contra de políticos mexicanos. Y en ese sentido, pues yo supongo que algo así podríamos estar viendo también.
¿Qué consecuencias podría tener para el sistema de justicia hondureño el resultado de este juicio, tomando en cuenta que fue Estados Unidos quien tomó las acciones contra JOH y no la justicia de Honduras?
Nos sirve como indicador para poder saber que el sistema de justicia necesita una depuración profunda, no es una depuración politizada, porque politizarlo más bien podría tener el efecto contrario que se está buscando, pero sí definitivamente necesitamos replantear la forma en que se está persiguiendo el delito en nuestro país para buscar una solución a largo plazo, porque no es posible que sigamos dependiendo de los gringos para resolver nuestros problemas de seguridad, porque sigue habiendo la narcopolítica, sigue habiendo la corrupción y nos está costando mucho a nivel político, a nivel económico, a nivel social.
Con este panorama, Oscar, ¿podríamos descartar que Juan Orlando esté negociando con la Fiscalía?
Yo no veo ninguna señal que indique que él está negociando con la Fiscalía. Yo creo que si hay negociaciones, están en torno de cómo manejar la información CIPA, cómo manejar la información clasificada, pero no una negociación para declararse culpable ni nada por el estilo.
¿Según su análisis, cuánto podría durar este juicio?
Aproximadamente tres semanas.
¿Y cuál cree que sería el impacto entre la relación entre Honduras y Estados Unidos? En términos de cooperación.
Creo que va a poner en conflicto la estrategia de lucha antidroga de Estados Unidos, especialmente porque para que funcione necesitan la colaboración de los políticos locales. Y ellos no necesariamente controlan el destino electoral de los países. Entonces, estamos conscientes que la narcopolítica es un problema que se debe de combatir en nuestros países, que se debe de eliminar y que tiene consecuencias nefastas a nivel político y social. Sin embargo, no es el rol de Estados Unidos decidir a quién va a elegir cada gobierno, cada pueblo. Ellos no pueden, no van a controlar el proceso electoral y si los elegidos gobernantes consideran que la relación de colaboración de la lucha antidrogas con Estados Unidos es una espada de Damocles que está pendiendo sobre su cabeza, lo más fácil será eliminar esta colaboración que podría poner al final en peligro la misma estrategia de lucha antidrogas de Estados Unidos.
¿Qué pasa si la decisión del jurado no es unánime?
Pues el juicio primero puede extenderse en reuniones, o sea, no hay un tiempo para ellos decidir una decisión, pero si a pesar de todo el tiempo, todas las obras de deliberación del jurado encuentran que no hay unanimidad, no puede haber veredicto ni a favor ni en contra, entonces, lo que cabría en ese momento sería anular el juicio, volver a iniciar todo de cero, pero creo yo que por las dimensiones que ha llevado este proceso, por lo complicado que ha resultado ser incluso para Estados Unidos, yo dudo que el juez Kevin Castel volvería a arrancar un juicio contra Juan Orlando Hernández si no hay unanimidad, entonces, lo más probable es que terminaría cerrando el caso.