San Pedro Sula, Honduras
En silencio y con mucho fervor, los católicos participaron de la procesión del Santo Entierro por las calles de San Pedro Sula.
El descendimiento de la Cruz del cuerpo sin vida de Jesús se realizó en la catedral para ser conducido al sepulcro en la procesión del Santo Entierro.
Resguardada por la imagen de la Virgen Dolorosa, que representa a las madres sufridas por las pérdidas de sus hijos, el ataúd de vidrio conteniendo la imagen de Jesús recorrió la ciudad.
Los católicos recordaron el momento cuando José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron y retiraron su cuerpo para embalsamarlo y llevarlo al sepulcro.
Como todos los años, la procesión comenzó en la catedral, bajó la primera calle, tomó la 8 avenida hasta llegar a la siete calle finalizando en la catedral, donde continuaron los actos religiosos.
El padre Luis Estévez explicó que en el Viernes Santo no se celebra misa porque se trata de revivir cuando Jesús está siendo llevado al sepulcro.
Los sampedranos conmemoraron esa historia y acompañaron al cortejo, donde también los fieles cargaron las imágenes de los apóstoles San Pedro, San Pablo, La Dolorosa y la Virgen de La Piedad, esta última cargada por mujeres que cumplen promesas.
Así, como todos los años, los sampedranos acudieron masivamente a las actividades religiosas con fe y cumpliendo con las tradiciones. Monseñor Ángel Garachana encabezó la procesión del Santo Entierro en la Capital Industrial.
