Tegucigalpa. “No estoy hablando de una amenaza, estoy hablando de un plan concreto que tiene el propósito de secuestrar y asesinar a un candidato”.
Así denunció ayer públicamente la existencia de un supuesto complot Andrés Pavón, aspirante a la presidencial por la alianza del Frente Amplio Político Electoral en Resistencia y Unificación Democrática (Faper-UD).
El candidato ofreció una conferencia de prensa anoche en un hotel de la capital con varios candidatos a cargos de elección popular de ese colectivo.
Pavón se negó a decir el nombre del aspirante presidencial que sería objetivo del crimen pese a que con insistencia se le consultó que diera a conocer la identidad de este.
El presidenciable dijo que de la cúpula del partido del candidato que se piensa asesinar son quienes han planificado quitarle la vida.
“Habíamos guardado silencio, pero ahora que se nos han planteado las reglas de lo que consiste el plan y queremos advertir al liderazgo de ese partido que llame al orden y que llame la atención a esos cuadros intermedios que por ahora no pueden controlar, pero estamos sospechando ya que es probable que la acción sea dirigida desde la más alta cúpula de ese partido”, aseguró.
Consideró que algunos altos dirigentes y mandos intermedios de ese partido “hayan entrado en un estado sicótico y eso es lo más grave, eso es lo que más riesgo le puede generar al pueblo de Honduras”, remarcó.
El también presidente del Comité de Defensa de los Derechos Humanos, fundamentó la sospecha de que habría traidores dentro de ese partido en la parte directiva porque ya tiene conocimiento del hecho delictivo que se quiere cometer; pero han guardado silencio.
La información en poder de Pavón apunta a que el miércoles salió de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, en Támara, Francisco Morazán, el sicario que se contrató para llevar a cabo el magnicidio.
