San Pedro Sula, Honduras. El bus fue quemado ayer en el bulevar Suyapa.
Explicaron que no hay en las carreteras patrullas dedicadas a dar seguridad al transporte, sino retenes que inspeccionan buses y carros particulares para buscar armas y drogas.
Los buses que más asaltan son los que paran en el trayecto para que bajen viajeros y aborden nuevos pasajeros que, por la premura, no son revisados.
Entretanto, los buses que viajan directamente de una ciudad a otra raras veces son atracados por los delincuentes.
Los criminales tienen varias formas de asaltar en los buses.
A veces ejecutan la operación delictiva de manera externa: los hombres armados se transportan en un carro y persiguen el autobús hasta pararlo y asaltar a los pasajeros.
Otras bandas infiltran a sus miembros en el bus como pasajeros y cuando se encuentran en una zona controlada por ellos sacan las armas y ponen manos arriba a todos los viajeros para desvalijarlos.
Ya son cuatro este año
Sistema
Choferes y empleados de empresas de transporte consultados por LA PRENSA son del criterio que el sistema de patrullas de reacción debe estar integrado por la Policía Nacional, oficinas centrales de las empresas de transporte y choferes.
“Los choferes debemos usar un manos libres o un micrófono. En caso de asalto, nosotros podemos llamar a un número específico, no al 911 que siempre está saturado, o llamar a la empresa para que la oficina llame a la Policía”, detalló un conductor que solicitó el anonimato.
Los choferes entrevistados, que han sufrido varios asaltos, le recomiendan a la Policía Nacional instalar las patrullas de reacción (automóviles o motocicletas) a una distancia “corta, entre una y otra” para que puedan intervenir o capturar a los delincuentes.
Por seguridad, las empresas de transporte más grandes ahora someten a los pasajeros a registros y antes de abordar los buses los fotografían.
La Gran Central Metropolina, el centro de operaciones de estos buses en San Pedro Sula, es vigilada por la Policía Militar y por medio de cámaras de seguridad.
Nelson Fernández, presidente de la Federación de Transporte de Servicios Especiales de Honduras (Fetraseh), plantea a las empresas interurbanas “no parar en cualquier lugar, solo en paradas formales”.
“En esas paradas deben estar representantes del Instituto Hondureño de Transporte y de la Secretaría de Seguridad haciendo los registros”, puntualizó.
Ante los últimos asaltos en el transporte y ataques, como la quema de buses, choferes y empleados de este sector creen que el patrullaje sistemático de carros policiales en las carreteras impedirá los robos y muertes violentas.
La petición de los transportistas llega después que antisociales quemaran ayer un bus en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa.
Esta es la cuarta unidad de transporte quemada este año, lo que causa inquitud entre transportistas y usuarios.
Medida
Las patrullas de reacción son la única opción que, según transportistas, frenarán los asaltos ejecutados por bandas criminales en tramos de carretera que están completamente desolados.
“En las carreteras hay retenes, ponen conos azules y hay policías, pero de nada sirve porque no siempre hacen registros, lo que necesitamos son patrullas que hagan recorridos en las carreteras y que estén dispuestas a actuar”, dijo un chofer de un autobús que viaja todos los días de San Pedro Sula a Tegucigalpa.
Explicaron que no hay en las carreteras patrullas dedicadas a dar seguridad al transporte, sino retenes que inspeccionan buses y carros particulares para buscar armas y drogas.
Los buses que más asaltan son los que paran en el trayecto para que bajen viajeros y aborden nuevos pasajeros que, por la premura, no son revisados.
Entretanto, los buses que viajan directamente de una ciudad a otra raras veces son atracados por los delincuentes.
Los criminales tienen varias formas de asaltar en los buses.
A veces ejecutan la operación delictiva de manera externa: los hombres armados se transportan en un carro y persiguen el autobús hasta pararlo y asaltar a los pasajeros.
Otras bandas infiltran a sus miembros en el bus como pasajeros y cuando se encuentran en una zona controlada por ellos sacan las armas y ponen manos arriba a todos los viajeros para desvalijarlos.
Sistema
Choferes y empleados de empresas de transporte consultados por LA PRENSA son del criterio que el sistema de patrullas de reacción debe estar integrado por la Policía Nacional, oficinas centrales de las empresas de transporte y choferes.
“Los choferes debemos usar un manos libres o un micrófono. En caso de asalto, nosotros podemos llamar a un número específico, no al 911 que siempre está saturado, o llamar a la empresa para que la oficina llame a la Policía”, detalló un conductor que solicitó el anonimato.
Los choferes entrevistados, que han sufrido varios asaltos, le recomiendan a la Policía Nacional instalar las patrullas de reacción (automóviles o motocicletas) a una distancia “corta, entre una y otra” para que puedan intervenir o capturar a los delincuentes.
Por seguridad, las empresas de transporte más grandes ahora someten a los pasajeros a registros y antes de abordar los buses los fotografían.
La Gran Central Metropolina, el centro de operaciones de estos buses en San Pedro Sula, es vigilada por la Policía Militar y por medio de cámaras de seguridad.
Nelson Fernández, presidente de la Federación de Transporte de Servicios Especiales de Honduras (Fetraseh), plantea a las empresas interurbanas “no parar en cualquier lugar, solo en paradas formales”.
“En esas paradas deben estar representantes del Instituto Hondureño de Transporte y de la Secretaría de Seguridad haciendo los registros”, puntualizó.
