Villanueva, Cortés.
La señora contó que su hijo soñaba con conseguir un empleo con mejores ingresos para poder ayudar aún más a su familia, pero por su bajo nivel académico se le hacía difícil.
“No tengo palabras para describirlo. Mi sobrino era un gran ser humano, por eso tenía pueblo.
Es curioso que Fredy Palencia, el padre de Carlos, murió hace 11 años al impactarle una bala perdida también”, dijo Joel Rafael Hernández, tío de Palencia.
Elda Hernández, compañera de hogar del fallecido, expresó que tenían planes de procrear hijos. Planeaban someterse a un tratamiento médico para lograrlo.
Los compañeros de trabajo de Carlos Palencia manifestaron que previo a su entierro harán una caravana detrás del ataúd en solidaridad con su familia.
“Perdimos a un amigo. Las 70 mototaxis de la aldea haremos caravana atrás de su ataúd antes de darle el último adiós”, dijo el conductor de mototaxi, Isaías García.
Esta tarde familiares y amigos dan el último adiós a Carlos Palencia, el conductor del mototaxi que murió de manera circunstancial el jueves en el asesinato del empresario Mario Verdial.
Sus restos, que desde el viernes están siendo velados en su casa de habitación en la aldea El Calán, sector de Villanueva, fueron llevados hasta su última morada en medio de una multitudinaria caravana. Familiares no soportaron el dolor hasta hubo desmayos.
Entre sollozos y desconsuelo, familiares y vecinos velaron ayer en el barrio Brisas del Calán, al joven de 23 años que pereció al ser alcanzado por las balas de los delincuentes.
Según relataron sus allegados, Carlos era un hombre jovial, amistoso, lleno de vitalidad y prudencia; pues evitaba los problemas, características que lo hicieron popular entre los vecinos.
“Mi Carlos era muy especial conmigo y mis otros hijos, era responsable y sostenía este hogar. Siempre me daba dinero para comprar la comida de las ganancias de su trabajo como conductor de mototaxi. Lo recordaré por siempre”, dijo la madre del occiso, Guadalupe Hernández (38).
 Parientes del joven Carlos Palencia desconsolados por su inesperada muerte.
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La señora contó que su hijo soñaba con conseguir un empleo con mejores ingresos para poder ayudar aún más a su familia, pero por su bajo nivel académico se le hacía difícil.
“No tengo palabras para describirlo. Mi sobrino era un gran ser humano, por eso tenía pueblo.
Es curioso que Fredy Palencia, el padre de Carlos, murió hace 11 años al impactarle una bala perdida también”, dijo Joel Rafael Hernández, tío de Palencia.
Elda Hernández, compañera de hogar del fallecido, expresó que tenían planes de procrear hijos. Planeaban someterse a un tratamiento médico para lograrlo.
Los compañeros de trabajo de Carlos Palencia manifestaron que previo a su entierro harán una caravana detrás del ataúd en solidaridad con su familia.
“Perdimos a un amigo. Las 70 mototaxis de la aldea haremos caravana atrás de su ataúd antes de darle el último adiós”, dijo el conductor de mototaxi, Isaías García.
