Tegucigalpa, Honduras.
Una noche bastó para que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) sufriera graves daños a su infraestructura.
Al parecer, los estudiantes que mantuvieron retenidas las instalaciones del campus universitario en Tegucigalpa fueron quienes cometieron los daños.
Un día después del desalojo al que fueron sometidos los estudiantes encapuchados que mantenían tomadas las instalaciones de la Unah se constató que varias paredes fueron pintadas con aerosol y escribieron mensajes alusivos a los militantes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).
Una noche bastó para que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) sufriera graves daños a su infraestructura.
Al parecer, los estudiantes que mantuvieron retenidas las instalaciones del campus universitario en Tegucigalpa fueron quienes cometieron los daños.
Un día después del desalojo al que fueron sometidos los estudiantes encapuchados que mantenían tomadas las instalaciones de la Unah se constató que varias paredes fueron pintadas con aerosol y escribieron mensajes alusivos a los militantes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).
Fuentes de la alma máter informaron que cuando el personal de seguridad de la institución inspeccionó todo el campus se encontraron con que la puerta de la oficina de seguridad había sido forzada y que en el interior había señales de saqueo, ya que varios informes elaborados por esa oficina habían desaparecido.
Se supo que estos documentos contenían información confidencial que especifica los puntos estratégicos adonde están instaladas las cámaras de seguridad, la colocación de los guardias, entre otros detalles que son claves en la seguridad de la Universidad.
El sistema de cámaras de seguridad fue violentado al punto que a una de las cajas de control le dañaron varios de sus puertos y conectores.
