Los carteles mexicanos de la droga tienen en la mira a los endebles sistemas públicos de salud de Centroamérica, incluido el de Honduras, para despojarlos del fentanilo médico (legal) ante la creciente demanda de fentanilo sintético (ilegal) en el mercado clandestino de la droga de Estados Unidos.
El hurto de este opioide de uso controlado en países vecinos y el trasiego a través del territorio hondureño durante 2023 han activado las alertas entre las autoridades centroamericanas, quienes ahora aceptan que tendrán que librar una nueva guerra contra una droga altamente destructiva y mortífera.
Ante esa amenaza, los hospitales públicos y privados de Honduras decidieron hace seis meses restringir y modificar la cadena interna de suministro con el objetivo de evitar sustracciones de parte de empleados que pudieran ser instigados por traficantes.
Samuel Santos, vicepresidente del Colegio Médico de Honduras (CMH), le informó a Diario LA PRENSA que el sistema de salud tomó medidas luego de un llamado que hiciera la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la crisis de “zombis” que agobian a algunos estados en Estados Unidos.
Advertencia
Las familias deben cuidar a sus hijos ante el fentanilo. Samuel Santos, vicepresidente del CMH, le recomienda a los padres de familias estar atentos porque los traficantes, para crear adicción, suministran fentanilo a los jóvenes en bebidas sin que se enteren.
“Se tomó la decisión de tener el fentanilo bajo llave y solo para ciertas especialidades. Todos los que nos dedicamos a cuidados intensivos y anestesiología podemos usar el fentanilo. Nadie más puede usarlo, no lo puede usar el personal de enfermería e incluso el personal médico de otras especialidades no tiene acceso, ni para recetarlo”, explicó.
Santos dijo que “por instrucciones de la Secretaría de Salud, este medicamento solo será utilizado por las especialidades que lo necesitan; en los hospitales no tienen una libre entrega y ya tienen una ruta crítica”.
Hasta este día, según Santos, el Colegio Médico de Honduras no ha recibido informes de hurtos o desvíos de dosis como ha ocurrido en otros países de la región, tampoco ha registrado pacientes que hayan buscado asistencia por abuso de esta droga.
Para la medicina, el fentanilo es un medicamento generoso, de acuerdo con Santos, “lamentablemente”, cuando cae en manos de traficantes es mezclado con otras drogas.
“El fentanilo es un opioide de buen uso en las salas de cuidados intensivos y salas de operaciones. El abuso de este medicamento puede conllevar a situaciones que ha costado la vida de muchos. El personal que está más cerca es el que tiene más riesgo de caer en su uso. Estamos hablando del fentanilo de uso médico. Desafortunadamente, la molécula del fentanilo la utilizaron para crear otros tipos de presentaciones que no son médicas y estas son las que están causando problemas”.
Situación regional
Desde octubre, el Sistema de Alerta Temprana (SAT) y la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador mantiene una alerta pública sanitaria con el objeto de acentuar la vigilancia dentro del territorio y en los puntos fronterizos luego de que incautaran fentanilo en El Amatillo.
El Observatorio Salvadoreño Sobre Drogas, por medio de un comunicado, indicó que en agosto, elementos policiales incautaron en la frontera de El Amatillo, 499 unidades o ampolletas rotuladas con fentanilo las cuales sometieron a un análisis en el Laboratorio de Sustancias Controladas de la División de Análisis Técnico y Científico Forense de la PNC.
Por medio de la investigación científica, las autoridades salvadoreñas confirmaron que efectivamente las ampollas decomisadas en la frontera con Honduras es 2-Metil Fentanilo, sustancia que está clasificada como derivado del fentanilo.
En julio, un mes antes de que autoridades salvadoreñas lograran esa incautación, el Ministerio Público creó en Honduras la Coalición Nacional en contra del Uso Indebido de los Precursores y Sustancias Químicas utilizadas para la fabricación de drogas sintéticas. Hasta mediados de este año, las autoridades nacionales no tenían en sus registros decomisos del opioide.
En la región, por ahora, el país más afectado por el tráfico de fentanilo es Costa Rica. En ese país, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) anunció recientemente que ha abierto diez investigaciones por distribución ilegal durante 2022 y 2023.
Ese organismo informó a medios de comunicación que parte del fentanilo que trafican en el mercado interno lo sustrajeron de hospitales públicos.
Además del hurto denunciado e investigado en Costa Rica, la Caja de Seguro Social de Panamá (CSS) informó en marzo de este año que varios miles de dosis de fentanilo desaparecieron de uno de sus hospitales.
Las autoridades policiales de la región no han logrado establecer la ruta que las dosis sustraídas de esos hospitales siguieron en los meses posteriores. Sin embargo, en Costa Rica, un país golpeado por el narcotráfico, algunos jóvenes han sido atendidos en hospitales por consumo.
Diferencias
El fentanilo de uso médico es fabricado por laboratorios farmacéuticos y es adquirido legalmente por los sistemas de salud. Mientras el fentanilo sintético, que está matando a cientos de personas en Estados Unidos, es producido sin control y sin procesos científicos en laboratorios clandestinos por el cartel de Sinaloa y el cartel Jalisco Nueva Generación de México con precursores exportados por China.
Los carteles de México han tenido socios en Centroamérica, como Gabriela Rubio Zea, extraditada por Guatemala a Estados Unidos por proveer precursores al cartel de Sinaloa para fabricar fentanilo sintético.
Según el informe mundial sobre las drogas 2023, publicado por la Oficina de las Naciones Unidades contra la Droga y el Delito, “el fentanilo, un potente opioide sintético, está transformando los mercados de la droga en América del Norte y está contribuyendo a los elevados niveles de sobredosis registrados entre los consumidores de drogas.
En 2021, hubo casi 90,000 muertes por sobredosis de opioides en América del Norte, que en su mayoría estaban relacionadas con fentanilos fabricados ilegalmente”.
