Tegucigalpa, Honduras.
El consorcio que formaron los transportistas para instalar nuevas tecnologías a las unidades aún está en busca de los recursos financieros para esta finalidad.
Jorge Lanza, dirigente del transporte, comentó que han dialogado con la banca nacional y extranjera para la obtención del financiamiento.
No detalló el monto de la inversión, pero resaltó que no están recibiendo el apoyo económico de nadie.
“El consorcio ya está formado, lo que nos falta son los recursos para poder implementar estas nuevas tecnologías. No estamos recibiendo ayuda de nungún gobierno”, añadió.
Con la nueva Ley del Transporte Terrestre es obligatorio que las unidades del transporte público tengan algunos dispositivos de seguridad. Entre ellos están las cámaras de video, botones de pánico y barras electrónicas. Asimismo, el sistema de pago por medio de tarjetas.
Lo anterior con la finalidad de evitar las muertes de los conductores de buses a raíz del cobro de extorsión, conocido también como impuesto de guerra.
Gerardo Aguilar, empresario del transporte, expuso que uno de los males que ha aquejado a este sector es la extorsión. Lo que se necesita son acciones concretas que terminen con este flagelo que ha cobrado la vida de varios trabajadores del transporte.
La Ley del Transporte entró en vigor el año pasado.
El consorcio que formaron los transportistas para instalar nuevas tecnologías a las unidades aún está en busca de los recursos financieros para esta finalidad.
Jorge Lanza, dirigente del transporte, comentó que han dialogado con la banca nacional y extranjera para la obtención del financiamiento.
No detalló el monto de la inversión, pero resaltó que no están recibiendo el apoyo económico de nadie.
“El consorcio ya está formado, lo que nos falta son los recursos para poder implementar estas nuevas tecnologías. No estamos recibiendo ayuda de nungún gobierno”, añadió.
Con la nueva Ley del Transporte Terrestre es obligatorio que las unidades del transporte público tengan algunos dispositivos de seguridad. Entre ellos están las cámaras de video, botones de pánico y barras electrónicas. Asimismo, el sistema de pago por medio de tarjetas.
Lo anterior con la finalidad de evitar las muertes de los conductores de buses a raíz del cobro de extorsión, conocido también como impuesto de guerra.
Gerardo Aguilar, empresario del transporte, expuso que uno de los males que ha aquejado a este sector es la extorsión. Lo que se necesita son acciones concretas que terminen con este flagelo que ha cobrado la vida de varios trabajadores del transporte.
La Ley del Transporte entró en vigor el año pasado.
