Tegucigalpa, Honduras.
El expresidente Porfirio Lobo Sosa defendió anoche a su esposa Rosa Elena Bonilla y recordó que “se lo querían llevar cuando encontraron el dinero en la casa” que fue asegurada por las autoridades.
Reveló en el Programa 30/30 que “hubo una reunión de cinco personas en Casa Presidencial, allí decidieron que con todo el problema que hubo de la Maccih y con la salida de Juan Jiménez Mayor había que darle algo a la Maccih y, pues, ese algo fue Rosa Elena de Lobo”.
Pidió que no le preguntaran los nombres de las cinco personas que se reunieron en Casa Presidencial “para sacrificar a mi Rosa”, pero que él sabe el nombre de tres.
El expresidente de 70 años de edad compareció anoche por primera vez en un programa televisivo después de la captura de su esposa. Aclaró que lleva 25 años “ininterrumpidos” de casado con Rosa Elena y lo que están haciendo contra su mujer y madre de sus hijos es “ilegal”, ya que ella es inocente de los cargos que se le imputan.
“Rosa Elena es inocente, puede cometer un error, pero administrativo, pero no fue a asaltar a nadie, por favor”. “Acá me tiene Dios con vida con salud y con mucha decisión y hoy más que nunca estoy listo para seguir la lucha que sea necesaria para defender a mi familia y para defender a Honduras de todas la amenazas”, manifestó. Durante la entrevista se le consultó si la detención de la madre de sus hijos tiene un fin político, a lo que respondió: “legal no es”.
Cuestionó la relación de la jueza que lleva el caso de su esposa con el fiscal. “La jueza Vera Barahona a cargo del caso de mi Rosa fue la asistente del fiscal Luis Javier Santos”, jefe de la Ufecic.
Le cerraron cuentas
Al ser cuestionado sobre los 16 millones que tenía su esposa en su vivienda en El Chimbo e incautado por las autoridades, el exgobernante dijo: “Adónde más lo iba a tener si nos cerraron todas las cuentas desde el año pasado; a mi esposa y a mí nos cerraron las cuentas y dónde lo iba a meter, ¿en una caleta? Yo tengo billetes guardados que mi mamá dejó desde que nos venimos de Trujillo en 1951”.
Al preguntarle si era cierto que lo querían detener por ese dinero, respondió: “Siií, a mí. No soy rico, pero sí tengo suficiente para vivir. Y si yo no quiero tener cuentas bancarias y quiero tener el pisto, ¿cuál es el problema?
Lobo dijo que sí le ha dolido ver a Rosa Elena esposada de pies y manos. “Claro que sí, pero voy a ver un montón así, a otra gente, eso no lo dude”. Contó que la casa de El Chimbo se la compró al vecino en 2002 “no de un solo, no en efectivo, él estaba pagando préstamo al banco, y se la di a ella (Rosa)”, por cualquier cosa que pudiera pasarle a él. Dijo que se irá de la casa por el aseguramiento de la Oabi. El exmandatario contó lo que Rosa le dijo: “Dios tiene un propósito y pone pruebas a quien las puede soportar�. Ella es fuerte no es una mujer débil que la pueden doblegar, no le he visto una lágrima”.
El expresidente Porfirio Lobo Sosa defendió anoche a su esposa Rosa Elena Bonilla y recordó que “se lo querían llevar cuando encontraron el dinero en la casa” que fue asegurada por las autoridades.
Reveló en el Programa 30/30 que “hubo una reunión de cinco personas en Casa Presidencial, allí decidieron que con todo el problema que hubo de la Maccih y con la salida de Juan Jiménez Mayor había que darle algo a la Maccih y, pues, ese algo fue Rosa Elena de Lobo”.
Pidió que no le preguntaran los nombres de las cinco personas que se reunieron en Casa Presidencial “para sacrificar a mi Rosa”, pero que él sabe el nombre de tres.
El expresidente de 70 años de edad compareció anoche por primera vez en un programa televisivo después de la captura de su esposa. Aclaró que lleva 25 años “ininterrumpidos” de casado con Rosa Elena y lo que están haciendo contra su mujer y madre de sus hijos es “ilegal”, ya que ella es inocente de los cargos que se le imputan.
“Rosa Elena es inocente, puede cometer un error, pero administrativo, pero no fue a asaltar a nadie, por favor”. “Acá me tiene Dios con vida con salud y con mucha decisión y hoy más que nunca estoy listo para seguir la lucha que sea necesaria para defender a mi familia y para defender a Honduras de todas la amenazas”, manifestó. Durante la entrevista se le consultó si la detención de la madre de sus hijos tiene un fin político, a lo que respondió: “legal no es”.
Cuestionó la relación de la jueza que lleva el caso de su esposa con el fiscal. “La jueza Vera Barahona a cargo del caso de mi Rosa fue la asistente del fiscal Luis Javier Santos”, jefe de la Ufecic.
Le cerraron cuentas
Al ser cuestionado sobre los 16 millones que tenía su esposa en su vivienda en El Chimbo e incautado por las autoridades, el exgobernante dijo: “Adónde más lo iba a tener si nos cerraron todas las cuentas desde el año pasado; a mi esposa y a mí nos cerraron las cuentas y dónde lo iba a meter, ¿en una caleta? Yo tengo billetes guardados que mi mamá dejó desde que nos venimos de Trujillo en 1951”.
Al preguntarle si era cierto que lo querían detener por ese dinero, respondió: “Siií, a mí. No soy rico, pero sí tengo suficiente para vivir. Y si yo no quiero tener cuentas bancarias y quiero tener el pisto, ¿cuál es el problema?
Lobo dijo que sí le ha dolido ver a Rosa Elena esposada de pies y manos. “Claro que sí, pero voy a ver un montón así, a otra gente, eso no lo dude”. Contó que la casa de El Chimbo se la compró al vecino en 2002 “no de un solo, no en efectivo, él estaba pagando préstamo al banco, y se la di a ella (Rosa)”, por cualquier cosa que pudiera pasarle a él. Dijo que se irá de la casa por el aseguramiento de la Oabi. El exmandatario contó lo que Rosa le dijo: “Dios tiene un propósito y pone pruebas a quien las puede soportar�. Ella es fuerte no es una mujer débil que la pueden doblegar, no le he visto una lágrima”.
