El video que una joven publicó en su página de Facebook fue suficiente motivo para que Irma Gutiérrez se convirtiera en la nueva sensación de las redes sociales.
La causa de su fama es sencilla: en su establecimiento en el barrio Cabañitas, conocido como Pollos Campirma, se puede comer con solo cinco lempiras.
Tras la muerte de su esposo y con tres hijos que sacar adelante, doña Irma decidió emprender su negocio, y fue así como se le ocurrió vender el famoso “pollo chuco” más barato que en cualquier lugar.
“Tengo 33 años vendiendo pollos. Antes los ofrecía hasta en 50 centavos; actualmente les he subido un poco el precio”. Asegura que el secreto para su éxito radica en la atención a sus clientes y en la calidad de su comida, la cual prepara con mucha dedicación.
“Les agregamos tajadas de guineo verde, repollo, encurtido, aderezo y por supuesto la pieza de pollo, que varía según el precio. El que más me compran es el de L20 y el de L5”. Asegura que a raíz de la grabación que circula en la red, aumentaron sus compradores.
“Los pollos de doña Irma son los mejores, todos los días me como uno”, dijo Roberto Ruiz, uno de sus fieles clientes.
