Cientos de personas abarrotaron ayer el aeropuerto Toncontín a pocas horas de que finalice el año 2012.Niños, jóvenes y adultos alzaron vuelo al exterior a pasar las fiestas de fin de año fuera de Honduras.
Otra cantidad de personas ingresó al país a reunirse con sus familiares.Desde muy temprano por la mañana, la terminal aérea estuvo concurrida de viajeros que en su mayoría partieron a Estados Unidos a recibir el año nuevo.Entre los viajeros que se fueron al exterior se encuentran el presidente Porfirio Lobo, sus hijos y la primera dama Rosa Elena de Lobo, quienes celebrarán las fiestas de fin de año en la ciudad de Miami, Estados Unidos.
También salieron del país al mediodía el vicealcalde Juan Diego Zelaya y la esposa del alcalde municipal del Distrito Central, Lucrecia de Álvarez.La significativa cantidad de viajeros en Toncontín se mantiene desde antes de las fiestas de Navidad (la semana anterior), pues cada año decenas de hondureños entran y salen del país para reunirse con sus seres ante el feriado de la época.Este día se espera mayor número de viajeros, que con entusiasmo y maletas en mano se pasean por la terminal en medio de las dificultades económicas y sociales de la nación.
Al igual que la terminal aérea de Toncontín, el aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula está lleno de viajeros desde la semana anterior debido a las fiestas de Navidad y Año Nuevo.Los hondureños también se han concentrado en la mayoría de los centros comerciales del país para hacer compras y todo tipo de trámites bancarios.
También las terminales de buses urbanos e interurbanos se mantienen abarrotadas de personas que cada año se movilizan a las ciudades del país y los pueblos del interior.Debido a las fiestas de fin de año, a partir de mañana serán cerradas las oficinas públicas y abrirán hasta el próximo miércoles. La empresa privada mantendrá operaciones hasta el lunes al mediodía.
En su mensaje de Navidad, la Iglesia Católica llamó a todos los hondureños a no olvidar a Cristo durante la época.“La Navidad sin Cristo no tiene sentido, no es Navidad. El Señor Jesús no pertenece a los soberbios ni a los sabios de este mundo. Desde su primera venida se hace cargo de los pobres, de la pobreza, del dolor humano, de la soledad”, dijo el cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
