Más de cuatro mil trinitecos vivieron dos días intensos con una exposición y quema de las ya conocidas chimeneas gigantes. Una exposición llena de realismo y color en el que se mezclan la tradición y costumbres que se resisten a desaparecer.
Es un evento único que anualmente se realiza en el municipio de Trinidad, departamento de Santa Bárbara. El llamativo Paseo Real de Las Chimeneas Gigantes que año con año toma más popularidad.
Las 17 majestosas obras mostraron la realidad que viven muchas especies marinas, que están muriendo por culpa del cambio climático y la contaminación con desechos y petróleo derramado en los mar del mundo, pingüinos y pelicanos envueltos en aceite derramado, tortugas cubiertas de basura o desechos de llantas de carro, además la esclavitud a la que es sometido los delfines.
Lo impresionante el pulpo única especie que protege a los demás animales del mar y el que limpia las aguas del mar, pero también hubo espacio para los animales llamados mitos del mar, como el dragón chino que protegía a sus habitantes o la famosa sirena, pero más al fondo un osos polar, con su cuerpo lleno de aceite pedía a gritos un SOS, para salvar las especies en peligro de extinción.
Las chimeneas gigantes son figuras, elaboradas con una altura aproximada entre 4 a 8 metros y se encuentran inspiradas en un significado alusivo al tema que se elige anualmente, por eso este 2017 se le dedicó al Mundo acuático.
 Los trinitectos salieron a celebrar esta tradición.
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 Los turístas posaron con las distintas chimeneas.
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La exposición magistral de las gigantescas chimeneas estuvo presente desde el jueves 14 de diciembre y culminó la noche del sábado con la quema de ellas, aunque este año tuvo poca afluencia de la ciudadanía local.
Las danzas comenzaron, zanqueros con estaca en mano bailaban al ritmo de tambores, anunciando que la vida era una sola, que así como todo comenzaba, de igual manera todo terminaba, de inmediato el dragón y Zeus fueron atravesados por la espada que en su punta prendía en fuego, ante el asombro de todos en minutos las majestosas obras de arte quedaban en llamas y todo volvía hacer cenizas.
