Una encuesta de pacientes encontró que las que reportaban una desconfianza general en las instituciones médicas y las aseguradoras eran más propensas a prescindir del tratamiento de seguimiento para el cáncer de mama, como la quimioterapia, la terapia hormonal o la radiación. La confianza o la desconfianza en sus propios médicos no surgieron como un factor.
'Si queremos que más mujeres con cáncer de mama completen su tratamiento, tendremos que afrontar su creencias sobre el sistema de atención de la salud, y sí creo que podemos modificar dichas creencias', afirmó la autora líder, Lorraine Dean, profesora asistente de epidemiología en la Universidad de Johns Hopkins.
El equipo de Dean encuestó a más de 2,700 pacientes en Florida y Pensilvania tras una cirugía para el cáncer de mama. Más de un 30 por ciento hacen caso omiso del consejo de su médico de iniciar la terapia de seguimiento dirigida a acabar con cualquier célula tumoral restante.
Las pacientes que decidieron no seguir el tratamiento de seguimiento tuvieron un 40 por ciento más de probabilidades de experimentar una recurrencia del cáncer en el periodo del estudio de dos años que las que siguieron las recomendaciones de su médico, encontraron los investigadores.
'Aunque es sorprendente en general que casi un tercio de las pacientes no sigan el tratamiento adyuvante recomendado, algunos estudios anteriores más localizados han reportado unas tasas de discordancia incluso más altas, y es posible que nuestras propias cifras hubieran sido más altas si hubiéramos seguido a las pacientes durante más de dos años', señaló Dean en un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores dijeron que su esperanza es mejorar los resultados a largo plazo de los pacientes al fomentar las tasas de cumplimiento con el tratamiento.
'Mejorar la desconfianza en el sistema de atención de la salud quizá amerite estrategias que no se enfoquen solo en mejorar la confianza en el médico', dijo Dean.
'Si las empresas ordinarias pueden aprender a aumentar la confianza en sus marcas, ¿por qué no hacer lo mismo con las instituciones de atención de la salud?', concluyó.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.