Guía Médica
Hawai, Estados Unidos.
Científicos de la Universidad de Hawaii afirman que, según las estadística estudiadas, las personas bajas viven más que las altas, comunica el diario 'The Telegraph'.
Los expertos explican que las personas de baja estatura tienen más probabilidades de tener el gen específico FOX3, que garantiza un nivel de insulina en la sangre relativamente bajo, reduciendo la tendencia al desarrollo del cáncer y, en general, posibilitando una mayor longevidad.
No obstante, este estudio ha sido criticado por numerosos expertos, ya que los científicos analizaron solamente los datos estadísticos de estadounidenses de origen japonés.
Los altos viven mejor
En otro estudio señala que la gente más alta les va mejor en la vida, con mejores salarios y educación dice un estudio hecho en Estados Unidos. Este estudio entrevistó a más de 454,000 adultos de mas de 18 años, a quienes se les preguntó su altura y se les pidió que se evaluara su vida.
En general los individuos más altos consideraron que su vida era más favorable e informaron de emociones positivas como placer y felicidad con más frecuencia que los individuos más bajos dice el estudio publicado en Economía y Biología Humana.
La investigación fue llevada a cabo por psicólogos de la Universidad de Princeton quienes utilizaron la llamada escala de Canrtil de automedicion, que consiste en pedir al entrevistado imaginar una escalera con escalones enumerados desde el 0 –el más bajo- hasta el 10 -el más alto publica la BBC.
El décimo escalón representaba “la mejor vida posible que puedas tener” y el escalón cero era “la peor vida posible”. Los hombre más altos –promedio 177.8cm- dijeron estar parados en escalones más altos que los hombres que tenían una estatura menor a la promedio. Además los hombres y mujeres mas altas mostraron más tendencia a hablar de felicidad y placer, y menos tendencia a hablar de dolor y tristeza.
“Y es que la altura realmente importa, y siempre ha importado por una razón muy obvia, cuando somos niños somos más bajos que toda la gente que nos cuida y que tiene alguna autoridad sobre nosotros y esa relación de poder nunca se revierte en la vida”, dice el doctor Gill.