La copa menstrual, una alternativa a las toallas

Disminuye los riesgos de infecciones vaginales y síntomas comunes del uso de las toallas y tampones

  • 03 may 2017

México

En los últimos años, un antiguo, pero poco conocido método para tratar con el período menstrual, ha aumentado el interés. Se trata de la copa menstrual, que aunque su primera patente existe desde principios del siglo 20, hasta hace poco logró cobrar relevancia en mujeres como alternativa a las toallas y los tampones.

De acuerdo con Mónica Vistara Gutiérrez, terapeuta menstrual y vendedora de copas en la ciudad, el auge de la copa ha crecido con el movimiento llamado “eco-menstruación”, que busca alternativas ecológicas y económicas para cuidar la higiene íntima durante la menstruación.

¿Funciona?

“La eco-menstruación es una forma que te permite acercarte más a esta vivencia porque comienzas a entender sus procesos”, dice Vistara. La copa menstrual es un recipiente que se introduce dentro del conducto vaginal para guardar el flujo menstrual hasta que se retira y se desecha el líquido.

El más común es en forma de campana elaborada de silicona de grado médico, un material inerte, 100% hipoalergénico que no produce bacterias. La copa como su punta son flexibles y con curvas redondeadas, lo cual permite un manejo suave y sin molestias.

“La vagina es un espacio que tiene la capacidad de adaptarse a pesar de que estás introduciendo un cuerpo extraño, el cuerpo toma la forma de esa copa, entonces no se percibe incómoda, aunque entra en un orificio del cuerpo, no es invasivo porque no hace reacciones y no modifica ambientes”, explica la ginecóloga Natalia Navéjar Tijerina.

Recomienda la copa a sus pacientes por sus beneficios para disminuir los riesgos de infecciones vaginales y síntomas comunes del uso de las toallas y tampones como irritación o comezón.

1. Como la copa es de un material inerte que no contiene geles ni desodorantes, no interfiere con el entorno de la vagina, no reseca ni deja fibras, evitando que se acumulen gérmenes.

2. Como recoge el fluido menstrual y no lo absorbe, no genera un entorno húmedo y cálido.

3. No fomenta el crecimiento bacteriano, la proliferación de cándidas ni desestabiliza la flora vaginal como el tampón y la toalla sanitaria.

4. Su buen uso requiere una inversión de tiempo para esterilizarla al término de cada ciclo.

5. Si se cuida bien, su duración puede ser de hasta 10 años.