El consumo a largo plazo de marihuana con la enfermedad de las encías

Causa la pérdida de la pieza dental

  • 07 jun 2016

Estados Unidos

Fumar marihuana durante décadas podría resultar en una enfermedad de las encías y una potencial pérdida de dientes, indica un estudio reciente.

En un análisis de unas mil personas que consumían marihuana y/o tabaco en Nueva Zelanda, las que fumaron marihuana durante 20 años no tuvieron problemas de salud notables, excepto por la enfermedad de las encías, apuntaron los investigadores.

'A diferencia de fumar tabaco, fumar cannabis se asoció con pocos problemas de salud física en la mediana edad, con la excepción de la enfermedad periodontal', apuntó la investigadora líder, Madeline Meier, profesora asistente de psicología de la Universidad Estatal de Arizona.

Además de la salud de las encías, los investigadores evaluaron la función pulmonar, los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca y la diabetes, y la inflamación sistémica, que podría indicar una respuesta grave a un traumatismo o infección.

El estudio no puede probar que la marihuana provoque enfermedad de las encías, o periodontal. Pero 'los médicos deben transmitir a los pacientes que el consumo de cannabis los pone en riesgo de pérdida dental', advirtió Meier.

Meier no puede decir el motivo de que la marihuana parezca asociarse con una mala salud dental. 'Nuestros análisis muestran que esta asociación no la explicaron el hecho de fumar tabaco, el abuso del alcohol ni cepillarse los dientes o usar hilo dental con menos frecuencia', dijo.

Pero Meier no está diciendo que la marihuana no tenga consecuencias negativas.

'No queremos que la gente piense que la marihuana no puede hacerle daño, porque una investigación basada en este misma muestra de neozelandeses mostró que el consumo de marihuana se asociaba con un riesgo más alto de enfermedad psicótica, un declive en el coeficiente intelectual (CI) y una movilidad socioeconómica hacia abajo', comentó.

Además, los investigadores no siguieron a los participantes durante suficiente tiempo como para ver si la marihuana aumentaba el riesgo de enfermedades que se desarrollan a una edad posterior, como el cáncer, señaló Meier.

Avshalom Caspi, coautor del estudio, añadió que aunque la droga quizá no sea tan mala, el consumo a largo plazo puede tener algunos efectos nocivos.

'Lo que estamos viendo es que el cannabis podría ser nocivo en algunos aspectos, pero quizá no en todos', dijo Caspi, profesor de psicología de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte. 'Debemos reconocer que el uso recreativo empedernido del cannabis sí tiene algunas consecuencias adversas, pero en este estudio no fue aparente un daño general para la salud física'.

Los participantes del estudio nacieron en Nueva Zelanda en 1972 y 1973, y se les siguió hasta los 38 años. Los investigadores observaron si el consumo de marihuana entre los 18 y los 38 años se asociaba con problemas de salud a los 38. Casi 700 de los más de mil participantes dijeron que habían consumido marihuana.

El consumo de tabaco, pero no el de marihuana, se asoció con señales de declives en la salud, dijeron los investigadores. La falta de problemas de salud física entre los consumidores de marihuana no se debió a que tuvieran un mejor estado de salud inicial ni unos estilos de vida más saludables, comentaron los investigadores.

Un defensor del consumo de marihuana dijo que los resultados del estudio refuerzan los argumentos a favor de la legalización de la marihuana en Estados Unidos.

'Estos hallazgos reafirman lo que las personas que desean reformar las leyes sobre la marihuana saben desde hace algún tiempo: que el consumo de cannabis, incluso a largo plazo, plantea muchos menos riesgos para la salud que el tabaco, y por tanto se debería legalizar y regular como corresponde', enfatizó Paul Armentano, subdirector de NORML, un grupo que defiende la legalización de la marihuana.

La asociación entre el consumo a largo plazo de la marihuana y la enfermedad de las encías probablemente se deba a la resequedad bucal, que es común entre los fumadores de marihuana, dijo.

'Estas conclusiones desmontan el mito de que los peligros potenciales de la marihuana para la salud de los adultos ameritan su estatus como sustancia prohibida bajo la ley federal en la primera clasificación (Schedule 1) [de la Administración de Control de Drogas de EE. UU.]', enfatizó Armentano. Esa clasificación plantea que 'los riesgos de la marihuana son equivalentes a los de la heroína, y que la planta carece de todo valor terapéutico aceptado', añadió.