Depresión posparto, el peligro de una madre triste y llena de miedos

Las madres que sufren esta condición suelen rechazar a sus bebés y descuidarse, porque tienen miedo de ser “malas mamás”. Descubra cómo detectar y ayudar a una madre depresiva.

Realizar un pasatiempo u otra forma de entretenimiento puede ayudarle a superar esta etapa.

REDACCIÓN. El nacimiento de un bebé es un hecho muy especial, emocionante y único para cada madre, sin embargo, puede también generar miedo y ansiedad.

Después del parto, la mayoría de las madres sienten melancolía posparto, la cual suele comenzar dentro de los primeros dos a tres días después de dar a luz, y puede durar hasta dos semanas.

Sin embargo, algunas madres pueden desarrollar un tipo de depresión más grave y de mayor duración, conocida como depresión posparto.

En este sentido, la psicóloga Gina Soto, explica que este padecimiento puede afectar alrededor del 25% de la población femenina después de un embarazo.

“La depresión postparto es una condición que repercute negativamente en el entorno familiar y, a pesar de ello, no siempre se diagnostica”, señala.

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Síntomas

La experta en salud mental indica que para el diagnóstico de esta condición, se deben tomar en cuenta tanto síntomas conductuales, como síntomas orgánicos.

“Dentro de los conductuales, los más comunes son humor depresivo, falta de interés o placer en actividades, alteración del sueño, pérdida de energía, agitación o retraso psicomotor, sentimientos excesivos de culpa, disminución de la concentración e ideas suicidas”, dice la psicóloga.

En relación con los factores de tipo orgánico, se puede mencionar el hipotiroidismo y variaciones en el metabolismo de hormonas tiroideas, así́ como cambios en funciones neurotransmisoras y disminución de algunas citoquinas inflamatorias”, explica Soto.

Detección

Para lograr una detección temprana es necesario realizar un examen entre el tercer y sexto día post hospitalario.

Para ello se debe aplicar una serie de instrumentos como la entrevista clínica estructurada y la escala de depresión postparto, entre otras empleadas por los profesionales de salud mental.

Sin embargo, en vista de su rapidez y facilidad tanto de aplicación como de compresión, la más empleada es la Escala de Depresión Posnatal de Edimburgo.

Alerta

“Este trastorno del estado de ánimo ocurre entre el 20% y 40% de las mujeres en los primeros 12 meses después del parto y se encuentra dentro de un espectro de diagnósticos psiquiátricos relacionados con el embarazo.”

Gina Soto


Psicóloga clínica

Depresión posparto, el peligro de una madre triste y llena de miedos

Causas

No existe una causa específica de la depresión posparto, pero las siguientes podrían influir.

- Genética. Los estudios demuestran que tener antecedentes familiares de depresión posparto, sobre todo si fue grave, aumenta el riesgo de tenerla.

- Cambios físicos. Después del trabajo de parto, una disminución considerable de los niveles de hormonas (estrógeno y progesterona) en el cuerpo puede contribuir a la depresión posparto.

Otras hormonas producidas por la glándula tiroides también pueden descender bruscamente, lo que puede hacer que sientas cansancio, pereza y depresión.

- Problemas emocionales. Cuando estás con falta de sueño y abrumada, puedes tener problemas incluso para manejar problemas menores.

Es probable que estés ansiosa acerca de tu capacidad para cuidar a un recién nacido.

Puedes sentirte menos atractiva, tener dificultades con tu sentido de identidad o sentir que has perdido el control de tu vida. Cualquiera de estos problemas puede contribuir a la depresión posparto.

No se presione para hacer todo a la vez. Lleve las cosas con calma, ser mamá es un proceso al que se adapta poco a poco.

Prevención

Una forma de reducir la carga de enfermedad que provoca la depresión es disminuir la incidencia de nuevos casos, objetivo que puede lograrse mediante intervenciones preventivas, que implican el tratamiento de un gran número de mujeres de la población general que pueden no estar en riesgo o que involucran a población de alto riesgo.

La mayoría de las terapias preventivas disponibles se basan en enfoques no farmacológicos de tipo psicológicos, psicoeducativos, psicosociales y físicos.

La depresión postparto es un padecimiento frecuente pero insuficientemente detectada, al ser la depresión postparto un problema de salud pública dadas las repercusiones en el bienestar de la madre y del bebé es importante realizar un diagnóstico temprano y oportuno.

Sin embargo, existe una percepción errónea de que este trastorno está asociado con debilidad y una inadecuada maternidad, por lo cual muchas mujeres reprimen los sentimientos de tristeza para no ser juzgadas.

También es importante que la pareja esté muy pendiente de la madre y le ayude a cuidar el bebé para que sea más fácil de enfrentar el proceso.

Debido a lo anterior, es prioritario abordar temas que planteen medidas para detectar, atender y comprender este trastorno.

A partir de los resultados obtenidos, en caso de que la madre padezca de depresión postparto se toman diversas medidas según la severidad del caso.

Si presenta síntomas leves, normalmente, son referidas al departamento de urgencias en donde se le asigna una consulta psicológica - psiquiátrica para una mayor evaluación.

Mientras que, si se trata de un caso severo se recurre a la hospitalización del paciente para así́ disminuir el riesgo de suicidio.

Por otro lado, la depresión postparto posee dos diagnósticos diferenciales: depresión postparto leve-moderada y depresión postparto severa.

En el primer caso, las pacientes no presentan ideas suicidas, deterioro del funcionamiento y complicaciones psicóticas.

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Algunos de los tratamientos para este diagnóstico son la terapia cognitivo-conductual, psicoterapia interpersonal, asesoramiento no directivo y psicoterapia psicodinámica.

En relación con la depresión posparto severa, las pacientes a menudo presentan pensamientos suicidas, deterioro grave del funcionamiento y mal juicio, los factores anteriores están asociados a un riesgo de daño inminente.

Para la atención de estos casos se recomienda el uso de fármacos antidepresivos.

No obstante, antes de recetar estas sustancias debe analizarse cada paciente individualmente, debido a que en ocasiones se han detectado riesgos para el lactante.

Se considera que el tratamiento debe estar consolidado tanto por terapia psicológica como por farmacología.