“La Palillona” fue llevada a una clínica tras reyerta en cárcel de mujeres

Una tragedia ocurrió esta mañana del 20 de junio en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas): 41 mujeres muertas, algunas calcinadas y otras acribilladas, fue el saldo falta de la reyerta.

Otras mujeres fueron trasladadas de emergencia al Hospital Escuela, pues tenían heridas de armas de fuego y algunas quemaduras.

En el Cefas, al momento de la reyerta, estaba recluida Ilsa Vanessa Molina, condenada a 12 años y tres meses en 2016.

Y aunque en marzo de 2021 se le concedió libertad condicional, fue recapturada tras un recurso de apelación presentado por el MP.

“La Palillona” se declaró culpable en 2016 de haber blanqueado casi 10 millones de lempiras a través de la empresa de maletín Insumedic.

“El caso empresas fantasmas o fachadas, que incluye a Insumedic, develó todo un mecanismo de sustracción de fondos y blanqueo de capitales a lo interno del IHSS”, establecen las investigaciones de la Fiscalía.

Asimismo, el Ministerio Público menciona que Molina adquirió bienes con dinero proveniente de pagos injustificados realizados a través de líneas de crédito entre empresas fachadas y ese centro asistencial, mecanismo mediante el cual se sustrajeron más de 300 millones de lempiras.

El ente acusador indica que en relación a Ilsa Vanessa Molina Aguirre, miles de folios de prueba documental y pericial demostraron que participó en el desfalco del IHSS, valiéndose de una relación sentimental que mantenía con el entonces Gerente de Compras, Materiales y Suministros, José Alberto Zelaya Guevara.

Hoy, “La Palillona” fue trasladada por elementos de la Policía a una clínica privada poco después de la tragedia en Cefas.

En redes sociales se había difundido que Ilsa Vanessa Molina era una de las víctimas mortales de la reyerta, pero eso fue desmentido.

Ella fue trasladada a una clínica por sufrió un ataque de pánico y un golpe en el brazo. El médico que la atendió le dio analgésicos para aliviar su dolor.

Las otras mujeres heridas fueron identificadas como Evelyn Sarai Castillo (24), Delmi Sarai Fúnez González (24), Oneyda Gricelda Mejía Alemán (25), Aleyda Dinora Lagos Portillo (31), Heminia Maricela Mejía Tejada (33) y Sonia argentina Gutierrez (62) y Liliana yamali Barahona Valdez (30).

Una de las sobrevivientes, mientras esperaba su ingreso, reveló cómo se originó el caos en el centro penitenciario femenino.

“Solo se metieron en el módulo con una AR-15”, reveló entre sollozos por el fuerte dolor que padecía.

Las autoridades hondureñas anunciaron el pasado 18 de abril un conjunto de medidas para poner orden en las cárceles del país que implican el bloqueo de llamadas de celulares, un desarme real de los presos y la clasificación de los reos por peligrosidad.

Desde abril, una decena de tiroteos o enfrentamientos se han registrado en las cárceles de Honduras, donde impera la sobrepoblación y el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, y las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.