El cambio físico de Shin Fujiyama a través del tiempo
Shin Fujiyama se ha convertido en el influencer más querido en Honduras, considerado una persona que mueve las masas a la acción y que esta dispuesto a cambiar el futuro de miles de niños a través de espacios educativos dignos y seguros
- 12 de noviembre de 2024 a las 00:00 -
El famoso youtuber nació un 16 de septiembre de 1984 en la prefectura de Kanagawa, la prefectura más poblada de Japón,, después de Tokio. El nombre Shin en japonés tiene un significado de alguien “genuino” y “único”, por lo que no es extraño pensar que su destino estaba escrito desde su nacimiento.
Vivió toda su infancia en Japón, junto a sus padres y hermanos, hasta que en su adolescencia decidió mudarse a Virginia, Estados Unidos. A su corta edad mostraba una gran pasión y habilidad para el fútbol, por lo que incluso viajó a Brasil para alcanzar ese sueño.
En el país sudamericano realizó practicas profesionales de fútbol y logró aprender el idioma portugués, lo cual años después lo ayudaría a asimilar más fácilmente el español. También fue parte del equipo de la universidad en la que estudiaba, pero lastimosamente no le fue tan bien en su sueño ser futbolista profesional.
Es el segundo de cuatro hermanos, con quien tiene una excelente relación e incluso su hermana Cosmo se unió con él con el fin de construir escuelas en las zonas rurales de nuestro país.
En sus propias palabras siempre ha sido una persona hiperactiva. La historia del filántropo en Honduras se remonta muchos años atrás, cuando aún era estudiante universitario, luego de que su clase tuviera que realizar un viaje como voluntariado a un país necesitado en América Latina, el destino inicial era un país del Caribe, pero por cosas de la vida el viaje fue cancelado y se eligió Honduras como segunda opción.
Según cuenta, una de las cosas que más le gustan de Honduras es la forma en la que la gente es alegre, cálida y con mentalidad positiva pese a las carencias, algo que afirma que los extranjeros deberían aprender.
Él comenta que lo llevaron a El Progreso, Yoro, donde pudo ser testigo de las múltiples necesidades que los habitantes del sector enfrentan día con día, pues carecen de cosas básicas como una vivienda digna o acceso a educación. Tras ese viaje algo dentro de él cambió y comenzó a sentir la necesidad de ayudarlos de alguna manera, por lo que comenzó a formar la idea de construir una fundación para recaudar fondos, pues él se desempeñaba en Estados Unidos como limpiador de pisos, por lo que su sueldo apenas alcanzaba para pagar sus estudios.
En 2009, recién radicado en Honduras, Fujiyama concedió una de sus primera entrevistas a Diario LA PRENSA y lo hizo a la entonces periodista de este rotativo Yesille Ponce, quien destacó la heroica labor que en ese momento apenas el influencer comenzaba, sin saber hasta donde llegaría.
La organización del bloguero ha tenido siempre como misión aliviar la violencia y la pobreza extrema en Honduras a través de la educación y el empoderamiento de los niños y jóvenes.
Gracias a su carisma y noble corazón, fue ganando seguidores en su canal de YouTube y en las redes sociales, convirtiéndose en un reconocido influencer.
La relación con su familia es muy buena a pesar de que todos viven en Estados Unidos, sein embargo no ha sido impedimento para compartir todos los logros que Shin ha cosechado a través de todos estos años.
Su original contenido lo ha llevado a internarse en zonas consideradas peligrosas, pero aunque no niega esa realidad, ha demostrado que incluso en esos puntos olvidados hay gente buena que se esfuerza por salir adelante.
Shin es licenciado en Relaciones Internacionales; habla japonés, inglés, portugués y español, este último lo aprendió en Honduras, por lo que su vocabulario está lleno de hondureñismos que lo hacen verse como un catracho más.
“La gente me dice que tengo cara de japonés, cerebro de estadounidense y corazón catracho”, dijo entre risas durante una entrevista con el también youtuber “El colocho viajero”.
Pero además de ser un joven solidario con los hondureños es un enamorado empedernido de los paisajes, cultura y gastronomía del país cinco estrellas, por lo que en medio de la pandemia del covid-19, cuando los extranjeros que apoyaban la fundación no podían venir para ver los avances de la obra, él se puso a pensar qué podía hacer para que más personas conocieran de Honduras y decidieran contribuir con la causa.
En el año 2023, se propuso el reto de correr una distancia de 125 kilómetros, desde la frontera colindante con Guatemala (Corinto) hasta la ciudad de San Pedro Sula, el cual inició el jueves 13 de julio del mismo año y terminó el lunes 17 teniendo una duración total de 5 días, aproximadamente haciendo 25 km diarios, todo esto para recaudar fondos para la realización de la escuela número 68 de su proyecto social de 1000 escuelas.
En abril de 2024, se propuso recorrer desde la ciudad de San Pedro Sula hasta Tegucigalpa. Fueron 250 kilómetros corriendo y de esa forma concientizar a miles para donar a su causa.
El día 4 de julio de 2024, anunció mediante sus redes sociales que para dar respuesta a más de 2500 solicitudes de apoyo de escuelas con necesidad de ayuda en Honduras, realizaría un nuevo reto, el cual consiste en recorrer una distancia de 3000 kilómetros, desde la frontera de México con Estados Unidos, específicamente desde Reynosa, Tamaulipas, hasta la ciudad de El Progreso, corriendo 42 kilómetros diarios, el cual terminó el pasado 4 de noviembre.
