Exrehén mexicana celebra boda simbólica mientras su novio sigue cautivo en Gaza
La exrehén Ilana Gritzewsky, liberada por Hamás, celebró una boda simbólica en Tel Aviv mientras su novio, Matan Zangauker, aún permanece cautivo.
- 18 de agosto de 2025 a las 10:37 -
La exrehén israelí y mexicana Ilana Gritzewsky, liberada durante la tregua de noviembre de 2023, celebró este domingo una boda simbólica en la ya denominada como Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, con su pareja, Matan Zangauker, quien aún continúa cautivo en la franja de Gaza.
En imágenes difundidas por el foro de Familias se ve a una Gritzewsky emocionada, llorando y vestida de blanco, sosteniendo una foto de su pareja.
"Matan, mi pequeño de pelo rizado. Si no te hubieran secuestrado ya podríamos estar casados. No puedo dejar de pensar en lo que nos arrebataron: nuestra inocencia y nuestro amor", señaló Gritzewsky, según un comunicado.
"Te amo, lucharé por ti hasta que regreses. Reconstruiremos juntos y, con la ayuda de Dios, construiremos nuestro hogar judío en Israel", añadió la treintañera.
Ileana junto a su suegra, Einav Zangauker, una de las caras más conocidas en las protestas y marchas a favor de la liberación de los 50 rehenes israelíes aun en manos de Hamas.
La joven de 30 años, con doble ciudadanía mexicana e israelí, fue secuestrada junto a su novio, Matan Zanguaker, durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1,200 muertos y 250 rehenes.
Ilana recuerda vívidamente el momento en que comenzó su pesadilla, cuando quedó paralizada de terror al ver a los militantes irrumpir en su casa.
Describió aquel día brutal de su secuestro: fue arrastrada por el cabello hasta una motocicleta y llevada a Gaza “como un trofeo”. Llegó con la cadera rota, la mandíbula destrozada, quemaduras en las piernas y pérdida de audición en un oído.
Tras soportar 55 días en cautiverio, Gritzewsky fue liberada en el marco de una tregua entre Israel y Hamás. Sin embargo, su novio y muchos amigos de su kibutz —donde uno de cada cuatro residentes fue asesinado o secuestrado— siguen en cautiverio.
Gritzewsky admite que nunca imaginó la pesadilla del prolongado cautiverio de su novio. El día de su liberación trajo poco consuelo. “Sabía que él estaba en los mismos túneles que yo, pero nunca me permitieron verlo”, recordó.