Las joyas también acaparan gran parte de la exposición, con pendientes, diademas y colgantes bañados en oro que datan de finales del siglo IV y proceden de la zona del mediterráneo este, collares de la provincia de Chiriquí (Panamá) y pendientes de forma convexa de la cultura Quimbaya (Colombia) de los años 500 y 700 antes de Cristo.La antigüedad de estos objetos contrasta con las prendas y accesorios de alta costura que son, sin duda, los grandes protagonistas de la exposición.