Inusitada calma presentan las calles y avenidas de San Pedro Sula en Viernes Santo.
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Concurridos sectores de la urbe hoy distan de la algarabía acostumbrada.
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Honduras, a pesar de la pandemia del covid y el incremento de contagios y muertes, celebra Semana Santa en prominente afluencia de bañistas en playas y ríos.
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La emblemática tercera avenida de San Pedro Sula vive un silencio que rememora a los primeros meses de la pandemia, en 2020, cuando el país entero se 'cerró'.
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Al menos 800,000 personas salieron por la Gran Central Metropolitana (terminal de buses) hacia localidades y destinos turísticos de otras regiones.
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Otros sampedranos optaron por permanecer en casa, por costumbre o crisis económica. Sin embargo, un segmento decidió seguir las recomendaciones que llamaron a no arriesgarse ante amenaza del virus.
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Feligreses y creyentes sampedranos cumplieron con las tradiciones religiosas de la fecha, desde sus casas y pocos en actos conmemorativos.
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La avenida Los Leones, esquina con avenida Lempira, luce pacífica y sin bullicio. En días normales es uno de los puntos neurálgicos del comercio de San Pedro Sula.
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Aunque la circulación vehicular y ciudadana está autorizada, sampedranos, en condiciones climáticas favorables aunque con lluvias esporádicas, decidieron no salir de casa.
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También es preciso mencionar que un porcentaje alto de la población del municipio se encuentra en sus localidades de origen o en destinos turísticos. Gremio sanitario prevé un colapso en centros hospitalarios tras el asueto.