Con esposas en sus manos y cadenas en sus pies fue presentado el exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla.
Después de ser presentado fue trasladado al Comando de Operaciones Especiales en Tegucigalpa.
En el Comando de Operaciones Especiales le practicarán chequeos médicos.
“El Tigre” Bonilla estuvo prófugo de la justicia durante casi dos años.
El ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, explicó que la capturad de “El Tigre” Bonilla “se dio en base a un trámite que realizaba el detenido en el peaje de la CA-5” y que el exjerarca “no opuso resistencia”.
La Fiscalía de Nueva York acusó en abril de 2020 de tres cargos relacionados con el narcotráfico al exjefe de la Policía hondureña, por lo que podría enfrentar un máximo de cadena perpetua y los que además involucran al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández.
El fiscal del distrito de Manhattan, Geoffrey Berman, explicó en un comunicado difundido en 2020 que Bonilla Valladares jugó un “papel clave en una conspiración internacional de tráfico de drogas” y cometió delitos en nombre del exdiputado “Tony” Hernández, condenado, “y de su hermano el presidente”, en referencia a ahora exgobernante Juan Orlando Hernández, entre ellos “el asesinato de un traficante rival”.
El expresidente Hernández (2014-2022) fue capturado el 15 de febrero en su domicilio en Tegucigalpa, un día después de que Estados Unidos solicitó su “formal arresto provisional”, con fines de extradición, por delitos de narcotráfico y uso de armas.
El juez que lleva el caso sobre la extradición de Hernández le dictó el 16 de febrero “detención provisional” y le fijó una segunda audiencia, para la evacuación de pruebas, para el 16 de marzo.
Bonilla Valladares, según las autoridades de EE.UU., abusó de su cargo para violar la Ley y “supervisó el envío de múltiples toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, usó ametralladoras y otras armas para conseguirlo, y participó en violencia extrema, incluyendo el asesinato de un traficante rival, para impulsar la conspiración”.
La Fiscalía cita en la imputación del exjefe de la Policía hondureña las “pruebas presentadas” en el juicio celebrado el pasado octubre de 2019 en Nueva York contra “Tony” Hernández y las “declaraciones hechas ante el tribunal”, en las que se alegó que varias organizaciones de narcotráfico tuvieron “apoyo” de políticos y agentes del orden en Honduras entre 2003 y 2020.
Bonilla Valladares, que ejerció el cargo de jefe de la Policía Nacional entre 2012 y 2013, ha negado la acusación y en abril de 2020 dijo a un canal de la televisión hondureña, que estaba dispuesto a presentarse a cualquier parte que lo llamen para demostrar que es inocente de los cargos que le imputa la Fiscalía de Nueva York.