El duro relato de la mujer que acusó a Dani Alves de agresión sexual

Una jueza española dictó este viernes prisión preventiva sin fianza para el exfutbolista brasileño Dani Alves, acusado por una mujer de haberla agredido sexualmente en una discoteca en Barcelona en diciembre pasado.

La mujer que denunció a Alves por supuesta agresión sexual ratificó este viernes ante la jueza que investiga el caso, que el futbolista brasileño la encerró en un baño de la zona VIP de la discoteca Sutton y que allí abusó de ella, según expresa El Periódico.

El futbolista brasileño niega conocer a la mujer, así lo afirmó en un mensaje en video transmitido a la televisión Antena 3 el 5 de enero.

Pero, así fue el relato de la víctima de 23 años, quien estuvo acompañada de dos de sus amigas la noche de los hechos.

El acto sucedió en la madrugada del 30 de diciembre en una discoteca de España sobre las dos de la madrugada.

Según relata la víctima, en la zona de baile fueron invitadas por un grupo de amigos a subir con ellos a la zona VIP del lugar y ellas los siguieron.

Luego de unos minutos hablando con el grupo de ‘amigos’, un camarero se acercó a las tres jóvenes y les comentó que un cliente deseaba invitarlas.

Las jóvenes rechazaron la invitación, pero el ‘cliente’ insistió en llamar a las chicas, por lo que el camarero regresó en busca de ellas.

Durante ese momento, el trabajador les recalcó que se trataba de un amigo y las tres chicas aceptaron seguirlo hasta la mesa VIP.

En la zona a la que llegaron las jóvenes, estaban dos hombres, uno de ellos Dani Alves y dos mujeres, quienes se marcharon al llegar las ‘invitadas’.

El brasileño se presentó ante la mujer, que no conocía, como un hombre que se llamaba “Dani” y que “jugaba a petanca en L’Hospitalet de Llobregat”.

Pero los amigos mexicanos de las tres jóvenes sí sabían de quién se trataba, ya que Alves actualmente milita para los Pumas de México tras dejar el FC Barcelona y estos se lo explicaron.

La denunciante afirma que Alves quiso invitarlas a cava y comenzó a tontear con las tres, pegándose mucho a ellas y tocándolas.

Luego, se colocó detrás de la víctima y comenzó a decirle cosas que ella no entendió porque hablaba en portugués.

Fue entonces cuando la agarró con fuerza de la mano y se la llevó a sus partes íntimas, un gesto que repitió en dos ocasiones pese a la resistencia de ella.

Después señaló una puerta que ella no sabía a dónde conducía y que Alves la obligó a seguirlo y entrar.

La mujer manifiesta que en cuanto vio que era un baño, con un váter y un lavamanos, intentó salir, pero Alves cerró la puerta y se lo impidió.

La víctima denuncia que el brasileño se sentó en el inodoro, le subió el vestido, le pidió que dijera que era su “puti**”, la obligó a sentarse encima de él y la tiró al suelo.

Ella se resistió y él la abofeteó, la levantó del suelo y abusó de ella. Después le dijo que esperara porque él saldría primero del baño.

Al salir de la discoteca, la joven comenzó a llorar y fue cuando los trabajadores del lugar le preguntaron qué había pasado.

Ella fue atendida en una sala del lugar, a la que también acudió el responsable del local. Estos avisaron a la Policía y llamaron a una ambulancia para que la trasladaran a un hospital, donde se le practicó un examen en busca de restos biológicos que ayuden a comprobar su denuncia.

Según las fuentes consultadas por El Periódico, en el informe médico se detalla qye hay algunas lesiones compatibles con el forcejeo relatado por la joven.

Desde que el pasado 2 de enero la víctima presentó su denuncia, la policía catalana ha interrogado a varios testigos, entre ellos personal de seguridad del local, ha visionado las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca y ha recogido muestras en el lugar de los hechos.

Todas esas diligencias, unidas al examen forense que se practicó a la denunciante cuando fue atendida en el Hospital Clínic de Barcelona, llevan a la jueza a la conclusión de que existen suficientes indicios de que Alves cometió la agresión sexual.

Y, para ello, la instructora ha tenido también en cuenta la declaración “contundente” y “persistente” de la víctima. Por todo ello, la jueza ha acordado prisión provisional para el detenido, al apreciar que presenta riesgo de fuga