Decenas de migrantes atacaron ayer con piedras y botellas policías y personal del Instituto Nacional de Migración de México en un albergue de Chiapas, donde miles de centroamericanos permanecen varados a la espera de que se les entregue una visa humanitaria.
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Según el Instituto Nacional de Migración mexicano (INM), la tarde de ayer 'se registró una agresión verbal contra los integrantes del INM presentes en el albergue', que derivó en un intento de agresión física contra los agentes que intentaban restaurar el orden.
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Los migrantes lanzaron piedras y botellas contra los policías y el personal del Inami ante el desespero de permanecer retenidos en el albergue mientras se tramita el permiso que les da libre tránsito por México.
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El Inami tuvo que desplazar su personal que estaba ubicado en el municipio de Mapastepec tras la trifulca.
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Los migrantes se encuentran hacinados en el albergue y esperan recibir la visa humanitaria que les permita continuar su trayecto hacia EEUU.
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Este no es el primer incidente violento que protagonizan los migrantes. La madrugada del viernes, unos 350 centroamericanos de una caravana irrumpieron por la fuerza a México por un puente fronterizo que une a Chiapas con Guatemala.
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Ante la nueva ola migratoria, el Gobierno mexicano busca prevenir el ingreso de pandilleros al país.
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'Los países de Honduras, El Salvador y Nicaragua han realizado operativos donde han detenido a más 150 maras, por lo que la comisión recomienda al Gobierno de México tomar las medidas correspondiente para asegurar la integridad de los ciudadanos de la frontera sur', indicó un funcionario mexicano.
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El grueso de esta nueva caravana se instaló en un parque la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, y emprenderá la madrugada del lunes su camino hacia Estados Unidos.
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En el grupo se encuentran varios menores de edad e infantes, que viajan acompañados de sus padres hacia Estados Unidos.
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Las autoridades mexicanas informaron que varios grupos de migrantes han seguido cruzando la frontera sur del país esperando alcanzar la nueva caravana.
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Los centroamericanos cruzaron el río Suchiate, que separa a Guatemala de México, para continuar con su meta de llegar a Estados Unidos.