Los Ángeles, Estados Unidos.
William Levy nunca disfrutó de un videojuego en su Cuba natal, pero ahora mata zombis y se convierte en héroe de acción en Resident Evil: El capítulo final, una trayectoria que le obliga aún a pellizcarse para comprobar que es real.
“Planeaba abandonar Cuba mucho antes de que empezaran a rodar esta franquicia”, explicó Levy, que salió de la isla con 14 años después de que su padrastro lograra asilo político en Estados Unidos.
Levy obtuvo una beca para ir a la universidad gracias a sus dotes como jugador de béisbol, pero dejó los estudios para ayudar económicamente a su madre. Trabajaba en la construcción, hasta que un día vio una agencia de modelos y entró a probar suerte. Salió de allí con un contrato y poco después recorría el mundo en pasarelas de Nueva York, París o Los Ángeles. “Pasé de ganar 15 dólares al día en la construcción a ganar mucho más, pero yo quería ser actor, así que me mudé a Los Ángeles para aprender”, sostuvo.
Luchador
Tras labrarse un nombre en varias telenovelas, en 2012 aprovechó su participación en el reality Dancing with the Stars para presentarse ante el público anglosajón. Aquello le sirvió para hacerse un hueco en pequeñas producciones de Hollywood como Addicted y Single Moms Club, pero ahora le llega su gran oportunidad con la última entrega de Resident Evil, adaptación del célebre videojuego de Capcom, una saga que ha recaudado casi mil millones de dólares con sus cinco películas previas.
“Ser parte de esto es una locura, ni leí el guion antes de aceptarlo. Es mi gran salto al mercado estadounidense. Aún tengo que pellizcarme cada día para comprobar que todo esto es real”, reconoce.
William Levy nunca disfrutó de un videojuego en su Cuba natal, pero ahora mata zombis y se convierte en héroe de acción en Resident Evil: El capítulo final, una trayectoria que le obliga aún a pellizcarse para comprobar que es real.
“Planeaba abandonar Cuba mucho antes de que empezaran a rodar esta franquicia”, explicó Levy, que salió de la isla con 14 años después de que su padrastro lograra asilo político en Estados Unidos.
Levy obtuvo una beca para ir a la universidad gracias a sus dotes como jugador de béisbol, pero dejó los estudios para ayudar económicamente a su madre. Trabajaba en la construcción, hasta que un día vio una agencia de modelos y entró a probar suerte. Salió de allí con un contrato y poco después recorría el mundo en pasarelas de Nueva York, París o Los Ángeles. “Pasé de ganar 15 dólares al día en la construcción a ganar mucho más, pero yo quería ser actor, así que me mudé a Los Ángeles para aprender”, sostuvo.
| Paul W.S. Anderson, director de la película, tiene claro que Levy se va a convertir en un nombre reconocido a nivel mundial.
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Tras labrarse un nombre en varias telenovelas, en 2012 aprovechó su participación en el reality Dancing with the Stars para presentarse ante el público anglosajón. Aquello le sirvió para hacerse un hueco en pequeñas producciones de Hollywood como Addicted y Single Moms Club, pero ahora le llega su gran oportunidad con la última entrega de Resident Evil, adaptación del célebre videojuego de Capcom, una saga que ha recaudado casi mil millones de dólares con sus cinco películas previas.
“Ser parte de esto es una locura, ni leí el guion antes de aceptarlo. Es mi gran salto al mercado estadounidense. Aún tengo que pellizcarme cada día para comprobar que todo esto es real”, reconoce.
La cinta, estrenada ayer, arranca después de los eventos que ocurrieron en Resident Evil: la venganza, donde Alice (Milla Jovovich) parece ser la única superviviente de la resistencia humana contra los muertos vivientes. “En la película soy un tipo que parece ser un imán para los problemas, ya que por su culpa ocurren muchas cosas. Y el personaje de Milla se une a su grupo, pero él no se fía de ella ni de nadie. No va a arriesgar su vida por una desconocida. Es un superviviente”, indicó.
| El actor y su esposa acudieron a la premier del filme en EUA.
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