Redacción.
Resultaría imposible contabilizar todas las ocasiones en que Scarlett Johansson ha tenido que lucir sus mejores galas en el marco de concurridos y mediáticos eventos provistos de alfombra roja, por lo que será igualmente probable que, al igual que le han pasado a numerosas estrellas del celuloide en el pasado, la intérprete estadounidense haya tenido que lidiar más de una vez con algún inoportuno fallo de vestuario.
Resultaría imposible contabilizar todas las ocasiones en que Scarlett Johansson ha tenido que lucir sus mejores galas en el marco de concurridos y mediáticos eventos provistos de alfombra roja, por lo que será igualmente probable que, al igual que le han pasado a numerosas estrellas del celuloide en el pasado, la intérprete estadounidense haya tenido que lidiar más de una vez con algún inoportuno fallo de vestuario.
De momento la afamada intérprete solo se ha animado a dar detalles sobre un acto público concreto en el que, desgraciadamente para ella, tuvo que limitar al máximo la ingesta de bebidas y, por supuesto, sus consiguientes visitas al cuarto de baño por culpa de un vestido demasiado ajustado que, nada más llegar a su destino, se 'rompió por la mitad'.
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'Justo antes de cruzar la alfombra roja, mi vestido se rompió por la mitad y casi por completo, me lo tuvieron que recoser rápidamente antes de presentarme en público', ha revelado la artista en conversación con la revista Vogue y justo antes de ahondar en el 'calvario' que vivieron tanto ella como el equipo de estilistas que tuvo que estar pendiente de su atuendo durante buena parte de la velada.
'Cada vez que necesitaba hacer pis me tenían que abrir el vestido y luego volver a coserlo, lo cual fue una tortura para todos. Así que hice cuanto pude para beber lo mínimo y espaciar mis visitas al cuarto de baño', ha recordado la intérprete con un punto de humor y, sobre todo, desde el más profundo agradecimiento a sus salvadores.
