La mujer ha ganado en las últimas décadas presencia en el mundo agrario, donde ya alcanza casi la mitad de la mano de obra, pero se ha quedado rezagada en desarrollo y sufre aún una fuerte desigualdad respecto al hombre, destacaron expertos de la ONU.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra hoy, las agencias de la ONU con sede en Roma organizaron la semana pasada un acto para recordar que las agricultoras desempeñan un papel crucial para garantizar la seguridad alimentaria y que la igualdad entre los sexos contribuye a reducir la pobreza en el campo. Exposiciones sobre la desnutrición de embarazadas en una aldea de Bangladesh, la obtención de títulos de tierra por mujeres en Níger o la asociación de cientos de ellas en zonas rurales de Madagascar sirvieron de ejemplo para explicar la situación de este segmento de la población.
En los 20 años que han pasado desde la declaración adoptada por 189 países en la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Pekín ha habido “grandes avances en el desarrollo”, pero el progreso ha sido “demasiado poco” para la mujer rural, consideró Marcela Villarreal, directora de la Oficina de Asociaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La experta lamentó que, en un mundo en que el salto tecnológico ha permitido que unos 3,000 millones de personas usen Internet, en África las mujeres emplean hasta 40,000 millones de horas al año en caminar para recoger agua, algo que se podría evitar con medios de lo más básico.
Pero esa carga de trabajo, de gran esfuerzo físico, complementaria de las labores domésticas, “no se ve como una prioridad para los Gobiernos y no se entiende que tiene un costo económico gigante para un país”, opinó. Además resaltó que las mujeres del campo están detrás de las que viven en ciudades y de los hombres en general en todos los indicadores de desarrollo.
La experta insiste en que dar poder económico a las mujeres supone una mejora y un beneficio social.
