Tegucigalpa, Honduras.
La Secretaría de Finanzas (Sefin) ha realizado una serie de ejercicios para conocer la sostenibilidad de la deuda pública de Honduras.
Los indicadores de solvencia y de liquidez para la deuda pública externa indican que en el corto y mediano plazo se mantienen por debajo de los umbrales internacionales establecidos para Honduras.
No obstante, a partir de 2020 el indicador total del servicio de deuda sobre fuentes internas puede sobrepasar el umbral, lo que se explica por el pago de $500 millones que habrá de realizar el Gobierno hondureño por la venta del segundo bono soberano, realizada en 2013.
Una serie de organizaciones nacionales e internacionales han advertido que el país volvió en los últimos años a la ruta del endeudamiento externo e interno para cubrir su creciente gasto corriente.
Según el “Análisis de sostenibilidad de la deuda pública del Gobierno central” de la Dirección General de Crédito Público (DGCP), “observando los resultados, podríamos concluir que si bien es cierto en el corto y mediano plazo la deuda externa se vislumbra sostenible en cuanto a los indicadores del valor presente de la deuda, el indicador del servicio de la deuda externa se ve sobrepasado para el año 2020 utilizando los supuestos del escenario base (aumento desmesurado del servicio de la deuda en condiciones de mercado), lo que podría ocasionar un problema de impago del servicio de la deuda externa del país”.
Agrega que no menos cierto es el hecho que si se continúa con el crecimiento desmesurado de la contratación de deuda externa en términos menos favorables, aunado a un estancamiento en la economía de país, provocaría que la sostenibilidad de la deuda externa se viera claramente comprometida en el mediano plazo, y de esta manera ocasionaría incapacidad de pago.
La sostenibilidad de la deuda se define como la capacidad de un país para cumplir sus obligaciones de deuda sin recurrir a mecanismos de alivio de la misma o sin acumular atrasos en sus pagos.
La Secretaría de Finanzas (Sefin) ha realizado una serie de ejercicios para conocer la sostenibilidad de la deuda pública de Honduras.
Los indicadores de solvencia y de liquidez para la deuda pública externa indican que en el corto y mediano plazo se mantienen por debajo de los umbrales internacionales establecidos para Honduras.
No obstante, a partir de 2020 el indicador total del servicio de deuda sobre fuentes internas puede sobrepasar el umbral, lo que se explica por el pago de $500 millones que habrá de realizar el Gobierno hondureño por la venta del segundo bono soberano, realizada en 2013.
Una serie de organizaciones nacionales e internacionales han advertido que el país volvió en los últimos años a la ruta del endeudamiento externo e interno para cubrir su creciente gasto corriente.
Según el “Análisis de sostenibilidad de la deuda pública del Gobierno central” de la Dirección General de Crédito Público (DGCP), “observando los resultados, podríamos concluir que si bien es cierto en el corto y mediano plazo la deuda externa se vislumbra sostenible en cuanto a los indicadores del valor presente de la deuda, el indicador del servicio de la deuda externa se ve sobrepasado para el año 2020 utilizando los supuestos del escenario base (aumento desmesurado del servicio de la deuda en condiciones de mercado), lo que podría ocasionar un problema de impago del servicio de la deuda externa del país”.
Agrega que no menos cierto es el hecho que si se continúa con el crecimiento desmesurado de la contratación de deuda externa en términos menos favorables, aunado a un estancamiento en la economía de país, provocaría que la sostenibilidad de la deuda externa se viera claramente comprometida en el mediano plazo, y de esta manera ocasionaría incapacidad de pago.
La sostenibilidad de la deuda se define como la capacidad de un país para cumplir sus obligaciones de deuda sin recurrir a mecanismos de alivio de la misma o sin acumular atrasos en sus pagos.
