La escasez de carne de res obligó hace casi dos años a cerrar las operaciones de la planta Carnes y Derivados (C y D), ubicada en Catacamas, Olancho.
Con el esfuerzo de ganaderos y empresarios, el año pasado fue adquirida por L60 millones y ahora esta semana empieza el proceso para reanudar las operaciones de esta pujante empresa que exportó en su momento a doce países. Al respecto detalla José Luis Osorio, viceministro de Agricultura y Ganadería (SAG).
En el caso de C y D ha sido un trabajo del que todos hemos estado a la expectativa. La principal traba era que hubiera un grupo que tuviera la visión de asumir el riesgo. La planta fue comprada con una inversión de 60 millones de lempiras y hoy requiere un capital de trabajo de 110 millones de lempiras para poder andar. Esperamos hacer las primeras pruebas el 15 de febrero, que permitan así darnos cuenta si el equipo está bien. El acompañamiento será junto con Senasa para hacer ágil el proceso de exportación.
Ha habido un acercamiento muy interesante de todos esos países, que por el hecho de ser una planta que está registrada en Estados Unidos tienen la voluntad de seguir haciendo negocios con esta planta. Solo falta que Senasa enliste nuevamente la planta para el mercado de EUA. En cuanto a los otros mercados está abierta la oportunidad y estaremos trabajando estos días para cumplir de la manera correcta.
Creemos que de la misma forma en que todo el sector agrícola crece está vinculado a la ganadería, es decir, no menos de 3.5%, basado en gran parte a la producción de leche que es de dos millones de litros diarios. Debemos ser más productivos y eficientes en la ganadería, de tal forma que nos permita ser más competitivos en relación con otros países de la región. Consideramos que la apertura de la planta será estimulante para acceder a mejores programas de engorde, precisamente por eso está la Universidad de Texas Tech para apoyar en ese sentido. Además la planta de Siguatepeque la están preparando para ser parte de un suceso de exportación.
