Moscú, Rusia.
La estrella surcoreana Heung-Min Son dejó una de las imágenes más conmovedoras del Mundial de Rusia 2018 tras romper en llanto luego de la derrota de su Selección ante México (2-1) el pasado sábado en Rostov del Don.
Son, delantero estrella del Tottenham, vio esfumarse la clasificación a octavos y con ello su carrera como futbolista.
Y es que el jugador deberá regresar a Seúl para enrolarse en el servicio militar, obligatorio en Corea del Sur.
'Estoy muy decepcionado. Para mí lo más importante es el resultado. Jugamos muy bien, pero desafortunadamente tuvimos otro penalti en contra', dijo entre lágrimas en el túnel de vestuarios del Rostov Arena.
Son, de 26 años y con contrato con el Tottenham hasta 2020, podía salvarse de unirse a las filas del Ejército si su Selección clasificaba a la siguiente fase en el mundial, algo matemáticamente descartado, aunque tras la victoria de Alemania sobre Suecia todo es posible en el Grupo F.
Corea del Sur, que enfrentará a Alemania el próximo Miércoles en Kazán, es colista, pendiente aún de estrenar su casillero de puntos, ya con muy pocas aspiraciones para clasificar.
Son, que tiene que cumplir con el Servicio Militar antes de cumplir los 28 años, aun tiene una opción para salvarse de sacrificar su carrera como futbolista.
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La ley surcoreana establece que los deportistas que ganen una medalla en los Juegos Olímpicos o conquisten el oro en los Juegos Asiáticos pueden quedar exentos de la obligación. Los próximos Juegos se celebrarán en Indonesia del 18 de agosto al 2 de septiembre.
El coreano es un indiscutible en las alineaciones de Mauricio Pochettino, pero si se niega a hacer el servicio militar podría acabar en la cárcel.
