Los familiares de la víctima recibieron mensajes por WhatsApp, en los que los secuestradores solicitaban 10 mil dólares a cambio de dejarla en libertad.
Fue la noche del domingo 25 de septiembre de 2022 cuando los hermanos de la hondureña recibieron una llamada telefónica de un número desconocido, en la cual los secuestradores les exigieron la alta suma de dinero.