Las redadas, las deportaciones masivas, el miedo instalado en las calles, no solo dañan a quienes las sufren directamente, erosionan el alma de un país.
Si alguna vez sentiste que tenías algo importante que decir y no supiste cómo, si alguna vez el miedo te robó la palabra en el momento clave, déjame decirte algo: no estás solo.
He tenido el privilegio de conocer y acompañar a mujeres extraordinarias en su camino de liderazgo. Mujeres que lideran con empatía, intuición, firmeza y visión.