El derrumbe del edificio fue parcial, pero quedó inhabitable, por lo que fue derribado el 4 de julio de 2021, cuando habían concluido las tareas de rescate de los cadáveres de las 98 víctimas mortales, muchas de ellas de origen latinoamericano.
Dos niños murieron la noche de ayer jueves luego de que el muro de su vivienda colapsara producto de las fuertes lluvias suscitadas en las últimas horas en Villanueva, Cortés, zona norte de Honduras.