Una mujer fue encontrada sin vida en la mañana de este lunes en su casa en la residencial Villa Foresta de Tegucigalpa.
“Ella falleció a consecuencias, según se ha verificado, de un disparo de una pistola marca Jericó y fue la que se encontró en el lugar”, dijo Miguel Martínez, vocero policial.
La víctima mortal fue identificada como Ana Lizeth Hernández Cantillano, de 33 años de edad.
Según la narración de los hecho, el esposo de Ana Lizeth Hernández, el oficial de las Fuerzas Armadas, tiró la puerta ya que ella no contestaba. Habían tenido una discusión, y presumió que ella se había quitado la vida. El oficial asegura que esto fue un suicidio.
En la casa se encontraron 11 cargadores de fusil 5.5, un cargador de pistola, 171 proyectiles de fusil sin percutir, 160 casquillos, seis granadas trifásicas, dos cajas contiendo cada uno de ellos 20 proyectiles de uso militar, una gorra que contiene (45) municiones de varios calibres sin percutir, un teléfono celular de color gris marca wuager con pantalla quebrada y una bolsa trasparente que contiene en su interior 31 casquillos.
Horas después agentes de la Policía Nacional capturaron a Allan Franco Méndez, oficial de las Fuerzas Armadas de Honduras por suponerlo responsable del asesinato de su esposa.
El padre de la mujer cree que su esposo fue que la mató porque lo vio nervioso cuando le preguntó por su hija.
“Yo estaba resentido con ella porque no me llamó para felicitarme por el día del padre, la iba a regañar”, contó entre lágrimas el padre de Ana Lizeth Hernández, quien acusa a su yerno de asesinar a su hija.
