Venezuela a la investidura más incierta: ¿Nicolás Maduro o Edmundo Gonzáles Urrutia?
La situación política del país sudamericano es observada con atención por actores internacionales, quienes se mantienen cautelosos ante la incertidumbre de si la investidura para el período 2025-2031, será asumida por Nicolás Maduro o Edmundo González
Foto: Foto: Agencia EFE
Los venezolanos inundaron las calles en una marcha convocada por la oposición previo a la investidura.
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Caracas, Venezuela.
Este viernes 10 de enero de 2025, el Palacio Federal Legislativo de Caracas se prepara para lo que promete ser un día histórico, pero también caótico.
La atmósfera, cargada de tensión y expectativa, muestra a un país fracturado, donde dos visiones opuestas pugnan por el control del poder y el destino de una nación. Por un lado, Nicolás Maduro que se pretende consagrar presidente para el período 2025-2031, tras una elección catalogada como “fraudulenta”.
Y por el otro lado, la llegada de Edmundo Gonzáles Urrutia, diplomático y candidato presidencial, quien salió del país desde septiembre e realizó una gira recientemente por algunos países del mundo (Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana) con la intención de pedir apoyo internacional para asumir este día la presidencia de Venezuela.
Ante este panorama, la tensión crece por el inicio de un nuevo periodo presidencial 2025-2031, pues hay anuncios de movilizaciones y otras acciones para protestar en contra de la juramentación de Maduro y el oficialismo plantea marchas a favor del mandatario.
A su vez, Venezuela acapara miradas internacionales por las recientes represiones y acontecimientos que han intensificado la crisis política.
En los últimos días, el gobierno de Maduro escaló su ofensiva contra la oposición, con detenciones de líderes defensores de derechos humanos, expresidentes opositores y otros dirigentes.
Entre los hechos más relevantes están las detenciones del excandidato presidencial Enrique Márquez y del activista Carlos Correa, junto al hostigamiento dirigido a figuras clave de la oposición, como la vigilancia a la residencia de la madre de la líder opositora María Corina Machado.
En menos de 24 horas, se han documentado al menos 20 detenciones y desapariciones forzadas, generando preocupación entre organizaciones internacionales y gobiernos que denuncian un aumento de la persecución política.
En consecuencia, países como Colombia y España han decidido no enviar representación para la toma de posesión.
La comunidad internacional sigue con atención estos acontecimientos, conscientes de que el desenlace de este proceso tendrá repercusiones tanto en el ámbito interno como en las relaciones exteriores del país, marcando un nuevo capítulo en la prolongada crisis venezolana.
Expectativa
El 28 de julio de 2024, los venezolanos acudieron a las urnas en una elección presidencial que prometía ser decisiva. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), Nicolás Maduro obtuvo 51.20% de los votos, superando al opositor Edmundo González, quien obtuvo el 44.20%.
No obstante, la oposición liderada Urrutia, sostiene que los resultados oficiales son una farsa. Con el respaldo de actas de escrutinio que, según ellos, muestran una victoria contundente a favor de González, denunciaron un fraude masivo que ha sido respaldado por organismos internacionales y exmandatarios de América Latina.
El miércoles, Panamá recibió en custodia todas las actas, que, según la oposición, confirmarían el triunfo de González Urrutia. Mientras tanto, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaró ganador a Maduro, no ha publicado las actas ni los resultados desglosados en tiempo y forma.
La negativa del CNE a publicar los resultados detallados ha intensificado las sospechas. En lugar de aclarar el panorama, el hermetismo del órgano electoral ha profundizado la polarización.
”El gran problema con esas elecciones es que no se pueden auditar. Más de seis meses después de su realización, el Consejo Nacional Electoral (CNE) -ente responsable de las elecciones en Venezuela- no ha publicado los resultados detallados”, opinó para LA PRENSA Premium, Alejandro Armas, periodista y politólogo venezolano.
”Es decir, nadie puede verificar el resultado anunciado por el CNE. El pretexto de las autoridades es que hubo un hackeo de la plataforma virtual del CNE orquestado desde Macedonia del Norte, un pequeño país balcánico que nunca ha tenido nada que ver con Venezuela”, agregó.
Para Armas, el ánimo de la sociedad venezolana tras meses de crisis poselectoral se encuentra dividido entre la esperanza y el miedo. Destacó que, desde 2023, el liderazgo de María Corina Machado despertó un entusiasmo notable, que luego se trasladó a la candidatura presidencial de González Urrutia (porque fue inhabilitada por las autoridades).
Las promesas de estos líderes de reivindicar las demandas opositoras sobre el resultado electoral han mantenido vivas las expectativas de una parte importante de la población.
No obstante, subrayó que este optimismo se ve contrarrestado por el temor a la represión estatal. Las semanas posteriores a las elecciones estuvieron marcadas por un gran número de detenciones relacionadas con protestas, lo que ha generado una percepción generalizada de vulnerabilidad.
El politólogo no descarta que estas medidas represivas puedan repetirse, especialmente en un escenario tan delicado como el que se avecina.
Señaló que la asistencia a las manifestaciones pacíficas convocadas por la oposición esta semana sería un indicador fundamental para medir el estado de ánimo social y el nivel de compromiso ciudadano frente a los riesgos que implica movilizarse en un contexto de represión.
Marchas
El jueves 9 de enero se vivió en Venezuela una jornada histórica marcada por la esperanza y la resistencia. Bajo el liderazgo de María Corina Machado, líder opositora venezolana actualmente en la clandestinidad debido a la persecución política, millones de ciudadanos se unieron para alzar su voz contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La convocatoria, a pesar de las amenazas y la represión, demostró que el pueblo venezolano está dispuesto a desafiar las adversidades en busca de libertad.
”¡¡¡A esta hora, en toda Venezuela la gente se está encontrando en la calle... cada vez somos más!!! Tanto así, que en sitios donde fuerzas de seguridad habían tomado los puntos de concentración anunciados, cuando comenzó a llegar la gente, se retiraron”, escribió la líder antichavista en su cuenta de X (antes Twitter).
Por su parte el líder opositor y candidato presidencial de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, Edmundo González Urrutia, también apoyó a través de X el llamado que hizo Machado a la manifestación.
Además, la convocatoria de Machado traspasó fronteras, movilizando a opositores en ciudades de Alemania, Ecuador, Australia, Países Bajos y otros países, quienes se unieron en solidaridad con las manifestaciones en Venezuela.
Ante la convocatoria, el gobierno de Maduro desplegó más de 1,400 funcionarios de seguridad en Caracas desde el fin de semana previo, buscando intimidar a los manifestantes y evitar que las protestas tomaran fuerza.
El chavismo también instaló tarimas en diversas avenidas de la capital para congregar a sus militantes, quienes participarán en marchas y actividades programadas para llenar Caracas y otras regiones del país.
Sin embargo, los esfuerzos del régimen no lograron frenar el impulso de la marcha. Miles de venezolanos llenaron las calles de Caracas, ondeando banderas y vistiendo los colores amarillo, azul y rojo de la bandera nacional, tal como había solicitado Machado.
El ambiente era pacífico pero cargado de energía y determinación, mientras las voces de los asistentes se unían en un solo grito: “¡Libertad!”.
Tras finalizar las protestas convocadas en Caracas, la líder opositora fue detenida por agentes del régimen de Maduro. Un operativo interceptó su moto, mientras se escuchaban disparos, denunció el sitio Comando Con Venezuela.
El subdirector para las Américas de Human Rights Watch (HRW), Juan Pappier, confirmó la detención de Machado y exigió su inmediata liberación. Horas después, se supo que la dirigente ya estaba en libertad.
En redes sociales comenzó a circular un video en el que Machado, visiblemente afectada, asegura estar bien y niega haber sido secuestrada, limitándose a relatar una persecución en la que perdió su cartera.
Mientras el Gobierno venezolano utilizó la grabación para desmentir su detención, la oposición argumentó que sus declaraciones fueron realizadas bajo coerción, reavivando las críticas hacia las tácticas represivas del régimen.
Más tarde, Machado aseguró en X estar en un lugar seguro y reafirmó su determinación de continuar la lucha por la libertad de Venezuela. “Mañana voy a comunicarles lo ocurrido hoy y lo que viene”, informó.
La detención de Machado provocó una ola de reacciones internacionales. Organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros condenaron el hecho y exigieron garantías para su seguridad.
Sistema
Desde diciembre, Caracas -la capital de Venezuela- ha sido testigo de un despliegue militar masivo. Las fuerzas de seguridad, incluyendo a la temida Dirección de Acciones Especiales de la Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), han ocupado puntos estratégicos en la capital.
Los reportes indican que vehículos blindados patrullan las principales avenidas, mientras que la aviación militar realiza sobrevuelos intimidantes. La justificación oficial es “garantizar la seguridad”, pero las acciones revelan un gobierno que teme por su continuidad.
Maduro activó los “Órganos de Dirección Integral” (ODIS), conformados por las fuerzas militares y cuerpos policiales, para “defender la paz”, los cuales estarán dispersos en 355 municipios.
Las autoridades venezolanas han advertido que, si Edmundo González Urrutia pisa territorio nacional, será detenido, lo que ha llevado a algunos analistas a prever que el líder opositor podría esperar en República Dominicana, dadas las amenazas de captura.
Medidas
La tensión aumentó esta semana debido a una serie de medidas represivas. La captura de un excandidato presidencial y varios “mercenarios”, incluyendo dos colombianos, así como el veto a la entrada de nueve expresidentes latinoamericanos, reflejan el endurecimiento del control del régimen.
Además, se suman las denuncias de González sobre el secuestro de su yerno, lo que ha generado más preocupación sobre el clima de represión.
En tanto, Cabello lanzó una fuerte amenaza contra los expresidentes latinoamericanos que planean acompañar a González Urrutia a Caracas.
En declaraciones recientes, advirtió que cualquier aeronave que intente ingresar al espacio aéreo de Venezuela será “neutralizada”, recordando que el país cuenta con un sistema de radares avanzado y una ley que autoriza la “neutralización” de aviones no identificados.
Por otro lado, la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, declaró personas no gratas a los nueve expresidentes y los acusó de intentar invadir el país. Entre los vetados se encuentran Andrés Pastrana (Colombia), Vicente Fox (México) y Mario Abdo Benítez (Paraguay), entre otros.
A pesar de la creciente oposición interna e internacional, Maduro sigue adelante con su plan de tomar posesión y ha anunciado que, una vez juramentado, impulsará una gran reforma constitucional para definir el rumbo de Venezuela para los próximos 30 años. Según el presidente, esta reforma buscará transformar el Estado en un sistema verdaderamente democrático y participativo.
”Anuncio que el 10 de enero, luego de haber hecho el juramento obligatorio constitucional ante la Asamblea Nacional, el primer decreto que firmaré será constituyendo una amplia comisión nacional e internacional para ir a una gran reforma constitucional, con debate y diálogo de todos los sectores políticos, sociales, culturales y económicos del país”, manifestó.
”Si ustedes me preguntan cuál es el objetivo de esta gran reforma constitucional, yo les diría que definir con claridad el modelo de desarrollo venezolano para los próximos 30 años y democratizar hasta el infinito la democracia, la vida política y social de Venezuela. Transformar este Estado en un Estado verdaderamente democrático de la gente, para la gente y con la gente”, agregó.
El analista y escritor Juan Ramón Martínez subrayó que la polarización actual es consecuencia directa de la constante violación de la soberanía popular por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Según Martínez, el gobierno venezolano ignoró la voluntad expresada en las urnas, un claro reflejo de su desprecio por el principio democrático.
El régimen autoritario instaurado por Hugo Chávez, afirmó Martínez, ha dado paso a un gobierno que solo entiende el “lenguaje de la fuerza”, negándose a reconocer la superioridad de los votos y la legitimidad de los procesos electorales.
”El actual gobierno es poco respetuoso de la ley y tiene muchas dificultades para aceptar la decisión de las mayorías. La voluntad de control de todo lo que se mueve, incluidas las Fuerzas Armadas, es una indicación del carácter totalitario y peligroso”, expresó.
Martínez también destacó que el aislamiento internacional de Venezuela, con la ruptura de relaciones diplomáticas con numerosos países (Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay), es una consecuencia directa de la falta de respeto por los principios democráticos.
Este aislamiento, señaló, actúa como una especie de “aislamiento sanitario”, una medida para alejar del mundo a un régimen que amenaza los valores democráticos globales.
Para este viernes, el desenlace es incierto. Las calles de Caracas, militarizadas y tensas, podrían convertirse en el escenario de una revuelta o en un testimonio mudo de la imposición. En cualquier caso, el futuro de Venezuela se decide hoy, entre la resistencia y el miedo, entre la esperanza y la represión.