Hondureñas entre 18 y 30 años a las que más asesinan; más de 4,000 en una década

Hubo homicidios desde recién nacidos hasta personas de 96 años. El 47% del total de casos aún están en investigación. Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choloma es donde más han matado.

Foto: LA PRENSA

Durante una década, es decir, entre los años 2013 y 2023, asesinaron a un total de 4,412 mujeres en Honduras, según análisis de bases de datos de la Policía.

lun 8 de abril de 2024

22 min. de lectura

San Pedro Sula, Honduras.

Diez años, miles de nombres grabados en lápidas de cementerios y corazones rotos. Las estadísticas no mienten: cada número representa una historia truncada y un futuro arrebatado a manos de la violencia.

Desde los rincones más remotos de departamentos como Lempira, Valle, El Paraíso, hasta las bulliciosas ciudades como San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba, las mujeres han sido víctimas de una violencia que se extiende desenfrenadamente.

$!De toda la población que tiene Honduras, que asciende a 9.8 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística, más de 5 millones son mujeres.

Entre las mujeres que partieron producto de la violencia recordamos a Marbely Roxana Castro, una vendedora de tienda cuyo viaje en el bulevar Los Caminantes de San Pedro Sula se convirtió en su último trayecto, cuando las balas del odio por parte de un desconocido que se le acercó encontraron su blanco en el automóvil donde se conducía; Domitila Zambrano, una anciana cuyo hogar en Comayagüela se convirtió en el escenario de una tragedia impensable, cuando su propia hija la arrebató de este mundo a golpes mientras discutían; Dorys Euceda, una ejecutiva bancaria cuya vida fue segada por el horror de la violencia callejera mientras salía de su trabajo en Tegucigalpa; María Luisa Calderón, cuya valentía para intervenir en una disputa por deudas entre su pareja y hermano se convirtió en su sentencia de muerte cuando la furia de su esposo la alcanzó con su arma de fuego en una comunidad pacífica de Ocotepeque.

Vidas perdidas

Honduras sigue siendo uno de los países más inseguros paras las mujeres, así lo refleja una cifra de 4,412 homicidios reportados entre los años 2013 y 2023, dentro de un marco de registros que analizó LA PRENSA Premium a través de una base de datos proporcionada por la Secretaría de Seguridad a través de la Policía Nacional. Al medir la cantidad de decesos violentos por año, se dedujo que el promedio anual de mujeres asesinadas fue de aproximadamente 441.2.

Aunque hay años en los que el número de homicidios fue inferior a esa cifra, al calcular el promedio total de mujeres asesinadas durante el período y dividirlo por el número de años, permite obtener un promedio anual que es más de 400.

El pico más alto fue en 2014 con 493 casos, mientras que en 2023 la cifra se redujo a 381. Aunque hay fluctuaciones anuales, se visualizó cierta estabilidad en el período intermedio de la década, con cifras que se mantuvieron en un rango cercano entre 391 y 466 hechos.

$!Familiares y el crimen organizado siguen siendo los principales responsables de estas muertes en el país.

La mayor disminución se observó en los últimos años de la década, donde el número de homicidios bajó de manera más pronunciada, pasando de 398 en 2019 a 381 en 2023.

Los días de mayor incidencia de este tipo son sábado y domingo, con 704 y 699 eventos respectivamente, indicando un patrón común de mayor participación durante los fines de semana.

$!La tasa de homicidios de mujeres en Honduras por cada 100,000 habitantes es del 7.6%, según el Observatorio de la Violencia.

En contraste, jueves registró el menor número de eventos con 567. Esta distribución podría sugerir un pico de actividad social y eventos los fines de semana, mientras que la disminución progresiva a lo largo de la semana podría deberse a la rutina laboral o educativa.

En términos de frecuencia, junio lideró con 417 decesos, seguido por agosto con 385 y mayo con 382. Por otro lado, noviembre tuvo la cifra más baja, registrando 342 muertes.

La vía pública destacó como la ubicación más común con 2,645 homicidios, lo que indica que la mayoría sucedieron en espacios abiertos. Las viviendas ocuparon el segundo lugar con 944 hechos, encontrando que la violencia no está limitada a entornos públicos y que también se extiende al ámbito doméstico.

Asimismo, se contabilizaron 136 muertes violentas en solares baldíos, lo que expone que puntos abandonados o descuidados son aún propensos a la actividad delictiva.

Cortés y Francisco Morazán encabezaron en el desglose departamental, mientras que el Distrito Central y San Pedro Sula sobresalieron a nivel municipal en cuanto a incidencia criminal.

La concentración de homicidios contra las mujeres en algunos departamentos y municipios deriva la existencia de patrones regionales específicos de violencia o conflictividad. Además de los grandes centros urbanos como Choloma, La Ceiba, El Progreso y Puerto Cortés, también entraron en la lista comunidades pequeñas que merecen especial atención por las autoridades.

La categoría “no determinada” representó un grupo considerable, lo que indica limitaciones en la recopilación de datos o identificación de edad de las víctimas en un número alto de casos.

Las edades más frecuentes de las víctimas están en el rango de 18 a 30 años, resaltando la vulnerabilidad de adultos jóvenes. Se observó una disminución en los números a medida que aumenta la edad, pero todavía hay casos notables en grupos mayores, lo que deja entrever que la violencia no está limitada únicamente a los jóvenes.

El uso de armas de fuego ha sido la manera más común y fácil de matar, con una participación de este mecanismo en 3,056 homicidios. Las armas blancas también contribuyeron altamente, con 624 eventos, otros métodos como asfixia por estrangulamiento y arma contundente, aunque menos frecuentes, mostraron una variedad de formas de violencia.

Sin excepción

Herman Vogelsang, experto en seguridad pública en la zona norte del país, arrojó luz sobre el panorama de violencia contra la mujer. Atribuye muchas de estas muertes al persistente machismo arraigado y al involucramiento de maras y pandillas.

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“Muchas de las mujeres asesinadas durmieron, sin saberlo, con su enemigo a la par”, criminólogo y experto en seguridad pública

“Muchas mujeres, inicialmente en búsqueda de trabajo honesto, se ven obligadas a unirse al crimen organizado para asegurar la subsistencia de sus familias debido a la falta de opciones legítimas”, comentó en entrevista con LA PRENSA Premium. Adicionalmente, recalcó que, las rivalidades laborales y desacuerdos son detonante común en casos asociados a enemistades personales, donde las tensiones desembocan en tragedias irreparables.

“Es crucial tener en cuenta que el término ama de casa no siempre refleja la realidad, ya que algunas mujeres que se dedican al crimen organizado incluso desempeñan tareas domésticas”, haciendo alusión las principales víctimas de la violencia.

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Vogelsang profundizó en las relaciones entre víctimas y victimarios, mencionando que las deslealtades o incumplimientos en grupos organizados son castigados con la más extrema de las penas: la muerte. En aquellos casos de violencia pasional, lamentó, la víctima suele compartir su vida con un maltratador, una sinfonía de abusos que, en los casos más trágicos, concluye con la pérdida de la vida.

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”Han estado matando a la población joven, a la principal masa laboral del país. Nada justifica el arrebato de la vida”: Hugo Maldonado, expecialista en derechos humanos

Para Hugo Ramón Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de Derechos Humanos (Codeh), el mayor problema es que el país se ha sometido a una revolucionaria violencia y criminalidad en todos los sectores.

“Hemos dicho que en Honduras, más que tener un estado policíaco, lo que necesitamos es un despegue de desarrollo económico. Hay cientos de jóvenes que salen permanentemente de centros educativos y no hallan una oportunidad de trabajo”, reflexionó Maldonado, al dejar explicar por qué muchas tomaron el camino equivocado en sus vidas.

Violencia e impunidad
  • > Cifras oficiales y organizaciones feministas detallan que entre enero y el 15 de marzo del año 2024 ocurrieron unos 47 homicidios de mujeres
  • > Según la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito y ONU Honduras, este es el país más peligroso de América Latina y el quinto del mundo para las mujeres
  • > Gran parte de las muertes son perpetradas por la pareja o expareja, Se sigue careciendo de investigación que permita capturar y judicializar a agresores.

El líder de este organismo civil cree que las mujeres seguirán siendo víctimas hoy, mañana y siempre. “La violencia y la criminalidad no se justifican en ninguno de los parámetros en un estado de derecho a la vida. Proponemos un despegue económico equitativo, desarrollo de familia en comunidades, municipios y departamentos más pobres a nivel del país”, recomendó en su análisis.

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“Estamos preocupadas por esta violencia todos los años, esto ya es una crisis”: Damicela Mayes, defensora de mujeres víctimas de la violencia

Damicela Mayes, coordinadora del Centro de Derechos de la Mujer, manifestó que como organizaciones realizan esfuerzos para abordar la preocupante situación de muertes de mujeres y abordar de manera conjunta los subregistros que puedan haber, para una mayor precisión del impacto.

“Este número de mujeres asesinadas por año nos dicta una tendencia alarmante, es una crisis que al final solo refleja las debilidades de las instituciones encargadas de investigar y sancionar por estos crímenes. Es crucial reconocer que estos números representan vidas perdidas y familias destrozadas, la falta de investigación adecuada y profunda impide la rendición de cuentas y perpetúa la impunidad”, cuestionó la defensora de mujeres en el valle de Sula.

95%

de impunidad: la poca investigación es una de las principales causas porque la impunidad reina en los asesinatos de mujeres en Honduras. Muchos de estos quedan sin concluir ni judializarse.

31

horas es el margen de tiempo en el que están asesinando a las mujeres en Honduras, considerando la cantidad de muertes en lo que van del año, con los días y horas transcurridas.

Aunque, los expertos consultados reconocen deficiencias en los procesos de investigación criminal, concuerdan que es aventurado asegurar que muchos de estos crímenes se deben a la participación de la mujer en actividades ilícitas, por lo que urgen investigaciones más rigurosas para determinar la verdadera causal, castigar a los responsables y sobre todo, instalar campañas masivas de prevención del delito.

Centros como el Instituto Universitario en Democracia Paz y Seguridad, sostienen que la tasa de homicidios contra mujeres en Honduras se mantiene muy por encima en comparación a los demás países de la región, le sigue Guatemala con un importante número de casos y muchos menos El Salvador, Panamá y Costa Rica y Nicaragua.