“Ganaste”: empresa recluta a mujeres para estafar

LA PRENSA Premium conoció el método de estafa de Infinity Vacation VIP. Protección al Consumidor registra siete denuncias interpuestas desde 2022.

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Los reclutadores colombianos entrenan a mujeres con varias estrategias de persuasión.

jue 15 de febrero de 2024

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Tegucigalpa

“Hola, mi nombre es Laura, agente de viajes de Infinity Vacation VIP Internacional S.A. y te llamo para darte la maravillosa noticia de que te ganaste un premio. Este consiste en una tarjeta de regalo valorada en 200 dólares (equivalentes a aproximadamente a 5,000 lempiras) que puedes canjear en cualquier hotel de Honduras. ¿Estás interesado en reclamarla?”.

Así comienza la trampa que ha dejado a varias personas con grandes deudas al caer en las garras de Infinity Vacation VIP Internacional S.A., una “organización” dedicada a captar personas a través de falsos premios para motivarlos a pagar por una costosa membresía de turismo que se convierte en estafa, según denunciantes.

La Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium se infiltró entre las empleadas de esta empresa y descubrió que un grupo de colombianos se aprovechan del desempleo que impera en Honduras para reclutar a mujeres que perfilen a posibles víctimas a través de llamadas telefónicas.

Las empleadas, ajenas al papel que desempeñan en esta farsa, son utilizadas para convencer a las personas a acudir a una cita en un reconocido hotel de la capital para recoger el tentador premio, sin saber las consecuencias financieras a las que los están arrastrando.

$!El Ministerio Público registra 40 denuncias de estafas de turismo a nivel nacional.

Aunque la mayoría de ellas sospechan que algo no está bien y desconocen en qué consisten las citas que programan con las familias, prefieren hacerse de la vista gorda y cumplir el mayor número de citas diarias asignadas por sus jefes colombianos.

Hasta la fecha, la Dirección General de Protección al Consumidor registra siete denuncias interpuestas contra Infinity Vacation VIP Internacional S.A., de las cuales ninguna ha tenido respuesta de la empresa ni resolución de las autoridades.

LA PRENSA intentó comunicarse con los dueños de Infinity Vacation VIP Internacional S.A. a través de un correo electrónico para conocer su versión de los hechos, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Reclutamiento

“¡Buscamos agentes de call center! Requisitos: disponibilidad de tiempo y experiencia. Envíanos tu currículum”, dice la publicación de Infinity Vacation VIP que circula en redes sociales, donde dejan un número de teléfono para solicitar entrevista vía WhatsApp.

Un día después de programar una entrevista con los reclutadores de Infinity Vacation VIP, una periodista de LA PRENSA Premium llegó a un reconocido centro comercial de la capital desde donde opera la empresa para conocer su modus operandi.

“Hola, tengo una entrevista de trabajo. Estoy interesada en iniciar lo más pronto posible, ¿qué me ofrecen?” preguntó la periodista mientras entregaba su falsa hoja de vida a un joven alto y de ojos claros llamado Camilo Parra, quien dijo ser el jefe del centro de llamadas.

Sin siquiera hojear el documento, el hombre con acento colombiano, quien apestaba a cigarrillo, dijo a la periodista encubierta que estaba contratada. “El salario es de 10,000 lempiras al mes, pero esta cifra puede aumentar dependiendo del número de familias que cites y que compren los viajes”, respondió. También explicó que deben someterse a una capacitación (que más bien es un entrenamiento de persuasión), el cual dura tres días, por lo que a partir del cuarto día comienza a correr el mes o quincena de pago. “Te veo mañana a las 9:30 am”, se despidió.

Parra era el encargado de atender a las múltiples jóvenes que llegaban todos los días en busca de un empleo. Con mucha paciencia, les enseñaba a perfilar a las posibles víctimas a través de trucos de palabras para sacar información relevante y les mostraba estrategias de seguridad para hablar desde el otro lado del teléfono. También era quien tomaba el teléfono para coordinar el encuentro con las familias en prestigiosos hoteles. Uno de los requisitos para perfilar a las víctimas es preguntarle si posee tarjeta de crédito, pues eso “les da estatus a las personas y nos indica que pueden pagar algo costoso”, explicó el reclutador.

Ambiente

Al ritmo de “Secreto” de Anuel AA y Karol G, sonando a todo volumen en el salón de llamadas, al menos 28 mujeres de distintas edades y que compartían escritorios, llamaban sin cesar a través de celulares. A muchas les colgaban y con un marcador fosforescente marcaban en páginas blancas al número al que acababan de llamar para descartarlo. Las mujeres se miraban desesperadas y ansiosas, pues además de su sueldo base, sus jefes colombianos les habían prometido un bono de 500 lempiras por cada dos clientes diarios y un 2% por cada venta.

LA PRENSA Premium conversó con varias de las empleadas, la mayoría tenían meses, otras, apenas semanas y aseguraban estar cansadas porque reciben su salario tarde y no les ajusta, pero preferían eso a no recibir un ingreso. “Yo he querido renunciar, pero tengo dos bebés y vivo con mamá, una señora de la tercera edad, así que eso me ha frenado”, lamentó una joven de aproximadamente 25 años.

MÉTODO DE ESTAFA
  • > Atraen a las víctimas diciéndoles que ganaron una tarjeta de regalo valorada en 200 dólares (unos 5,000 lempiras), canjeables en hoteles del país.
  • > Citan a las familias en reconocidos hoteles para supuestamente reclamar su premio, pero las persuaden para adquirir una costosa membresía.
  • > Una vez realizado el pago, la empresa no responde llamadas, mensajes y pierde contacto con aquellos clientes que adquirieron la membresía.

La periodista preguntó sobre las misteriosas citas, pero ellas dijeron desconocer el proceso tras la convocatoria para reclamar el premio. “De lo demás se encargan ellos (los colombianos), creo que es para paquetes de viaje o algo así, aunque a veces dicen que son empresa de mercadeo, pero a saber, nosotras solo llamamos”, dijo sonriendo con inocencia otra de las mujeres.

El sitio no coincidía en absoluto con la imagen de un centro de llamadas. No había silencio ni teléfonos fijos. Las empleadas no usaban computadoras y no había televisores que mostraran su tiempo de actividad o llamada. En su lugar utilizaban celulares comunes, marcadores y diversas hojas con nombre, teléfono y lugar de trabajo de personas, las cuales se rotaban de mesa en mesa. “¿Cómo obtienen esta información?”, preguntó la periodista al reclutador.

$!Todos los días acuden a esta empresa decenas de mujeres, la mayoría de colonias marginales de la capital, con problemas económicos y vulnerables. Aseguran desconocer lo que sucede. Camilo Parra es el jefe del centro de llamadas.

“Nos la otorga Protección al Consumidor por las compras que realiza cada persona a través de su tarjeta de crédito, ellos acumulan puntos por ser buenos pagadores y por eso los tomamos en cuenta”, respondió seguro.

Sin embargo, las autoridades de Protección al Consumidor negaron esta información y dijeron que en gobiernos anteriores las bases de datos eran comercializadas de forma clandestina, por lo que puede ser una de las vías por donde consiguieron esta información tan personal. “Hay que ver el grado de responsabilidad de estas personas porque pueden caer como cómplices de estafa si ellos saben de lo que está haciendo la empresa. Los colombianos aquí en América Latina son los padres de las estafas”, expresó José Santos Cabrera, director de Protección al Consumidor.

$!Hay otro joven llamado Diego, también es colombiano.

En la cita, que supuestamente es para reclamar la regalía anunciada, adornan el ambiente para convencer a los clientes de adquirir una membresía valorada en más de 20,000 lempiras, a veces mensuales, para gozar de promociones y precios bajos en paquetes de turismo, pero esto nunca sucede.

“Es demasiado bueno para ser verdad. Mire, cuando uno paga la membresía se olvidan de todo y ya no contestan ni mensajes ni llamadas y como a uno lo citan en un hotel, no se sabe dónde encontrarlos para reclamar”, expresó Carlos, un amante del turismo que dice haber pagado más de 20,000 lempiras a cambio de nada. “Pero ni la tarjeta de regalo me dieron, eso es una total estafa”, dijo molesto.

La promesa de premios tentadores, la carnada irresistible de unas vacaciones de ensueño, son los señuelos hábilmente diseñados por estafadores extranjeros para captar y estafar a aquellos que buscan un respiro en el caos de la rutina.

$!Este es el guion que les dan a las empleadas que contactan a los “clientes” para ofrecerles los beneficios de adquirir la supuesta membresía.