Progreseños están cansados de perder bienes en las llenas

Los cultivos están bajo el agua en los excampos y comunidades de las zonas bajas del municipio.

Foto: HÉCTOR EDÚ

Cerca de 6,000 personas están en albergues, algunas planean regresar a casa hasta diciembre.

mar 11 de octubre de 2022

8 min. de lectura

El Progreso, Yoro

“Salimos corriendo para que no nos dejara el camión, solo pude sacar a mis dos hijos, ni siquiera nos dio tiempo de sacar ropa y todo lo que dejamos atrás, se perdió cuando el bordo rompió en la noche”, relató con tristeza Daniel Cartagena.

El hombre, de 64 años, recordó con melancolía cómo el pasado 19 de septiembre fue la primera persona que llegó a tocar los portones de la escuela Pedro P. Amaya, en busca de refugio.

" “Estamos desprotegidos sin los bordos, no queremos seguir perdiendo nuestras cosas”. "

Cartagena contó que junto a él, otras 15 familias de la comunidad Las Chumbas decidieron abandonar sus viviendas y evacuar antes de que el bordo en Campo Buena Vista cediera ante la fuerza del río Ulúa.

“Salimos en un camión de un compañero, la gente no hallaba para dónde agarrar y a mí se me ocurrió buscar refugio en una escuela. Esta fue la primera que encontramos”, dijo.

Manifestó que las autoridades municipales llegaron un par de días después y el albergue se fue llenando conforme pasaban las horas.

$!Un grupo de jóvenes cruzaron nadando desde la entrada de Finca 4 hasta Finca 8 para revisar sus casas.

Pérdidas

El progreseño compartió que se mudó a Las Chumbas hace 10 años, cuando compró un terreno pequeño para cultivar maíz, ya que toda su vida se ha dedicado a la agricultura.

No obstante, indicó que debido a las pérdidas que ha tenido por las inundaciones, ha pensado en abandonar su comunidad y buscar otro lugar para vivir.

Impacto

Según el Codem, unas 45 mil personas han sido afectadas. Hay equipos trabajando en el recuento de daños.

Don Daniel manifestó que así como él, muchas personas quieren dejar los excampos bananeros debido a que “están cansados de salir corriendo cada vez que llueve y perder sus cosas, pero no tienen un lugar a dónde ir”.

Ese mismo sentimiento de impotencia expresaron ayer varios pobladores de Finca 4 y Finca 8, que se encontraban un kilómetro abajo del centro penal en la colonia Palermo, monitoreando el nivel del agua que ingresa desde el bordo en Finca 11.

Isaac Chávez salió de Finca 8 junto con su familia desde que comenzó a llover en septiembre, por temor a revivir la pesadilla de las tormentas Eta y Iota.

$!<b>Muchos afectados manifiestan que quieren abandonar sus comunidades, pero no tienen a dónde ir.</b>

Daños

Chávez compartió con Diario LA PRENSA que perdió su plantación de maíz, en la cual había invertido más de 10 mil lempiras.

Agregó que en la zona también había plantaciones de banano, plátano y yuca que se echaron a perder.Además, advirtió que “el agua estancada puede dañar los cultivos de caña y la palma que está pequeña”.

Mientras que, Ramón Rodríguez, coordinador del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), informó que en este sector hay equipos haciendo reparaciones provisionales en Finca 11 y La Chilera, para mitigar los daños.

Agregó que se prevé un descenso en el nivel del río Ulúa, por lo que esperan que estas acciones contribuyan a proteger el casco urbano.