Poca inversión y ahorro de remesas, un obstáculo para la estabilidad económica de los hondureños
Las remesas familiares son la columna vertebral de la economía hondureña, representando hasta el 26.7% del PIB. Sin embargo, detrás de estas cifras alentadoras se esconde una realidad de dependencia económica y oportunidades perdidas para el crecimiento sostenible del país
Foto: Foto: Archivo/La Prensa
Las remesas familiares han crecido de manera sostenida en los últimos años en Honduras, convirtiéndose en un salvavidas para miles de hogares y un pilar clave para la economía nacional.
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Tegucigalpa, Honduras.
”Cada mes, mi hijo me manda mi dinerito,” dijo doña Albertina, una anciana de 72 años, con lágrimas en los ojos y una sonrisa temblorosa.
Hace poco se mandó a hacer su placa dental superior, pero ahora espera el próximo mes para recibir su remesa y poder realizarse la placa de la parte inferior.
”Son 10 mil pesitos -lempiras- que me manda ‘mi papito’ y de ahí saco para comer y para las cositas que necesito. Él trabaja en una ferretería allá, y su esposa es aseadora en un hotel. A pesar de lo lejos que están, nunca se olvidan de su viejita”, mencionó.
Doña Albertina, con sus manos arrugadas, acariciaba una vieja foto de su hijo. “Es lo único que tengo de ellos aquí... pero gracias a ese dinerito, sigo de pie, esperando que un día vuelvan o poder visitarlos”, expresó a LA PRENSA Premium.
Su historia refleja la realidad de muchas personas mayores que dependen del sacrificio de sus hijos en el extranjero para sobrevivir. Sin embargo, las remesas no solo sostienen a estas generaciones, sino también a jóvenes como Yolany, cuya vida y la de su familia dependen de los envíos de un hermano que partió en busca de un futuro mejor.
”Él nos manda -dinero- seguido (semanalmente) porque sabe en la miseria que vivimos,” relató Yolany, una joven madre con ojos cansados pero llenos de esperanza. “Él se fue a Estados Unidos en diciembre de 2023 y lo hizo por nosotros... no quería vernos así, sin oportunidades”.
Su voz se quebró al hablar de la promesa que su hermano le hizo antes de partir. “Está ahorrando para construirle una casa a mi mamá, para que por fin dejemos de pagar alquiler. Él dice que pronto tendremos un lugar que sea nuestro”, expresó.
Subsistencia
Cada mes y en el mejor de los casos, cada semana, más de un millón de hogares hondureños esperan ansiosamente la llegada de las remesas, el salvavidas financiero que ha permitido a muchas familias sobrevivir en situaciones adversas.
Según el Cohep, el promedio mensual de remesas es de $531 por hogar (equivalentes a 13,275 lempiras), y para el 46.6% de los receptores, estas transferencias representan la principal fuente de ingresos.
Estas remesas, que hasta el 26 de septiembre de 2024 suman 7,095.9 millones de dólares, superan los montos del año pasado en el mismo período ($6,785.7 millones) y reflejan un crecimiento sostenido desde 2022 ($6,383.4 millones).
Durante la pandemia de covid-19, se observó un notable incremento en el flujo de las remesas, impulsado por la necesidad económica que enfrentaron muchas familias hondureñas, llegando a 5,792.6 millones de dólares al cierre del año.
Sin embargo, el mayor pico se registró en 2021, con 10,229.2808 millones de dólares recibidos en remesas, según un informe del Banco Central de Honduras (BCH).
En ese mismo año, el crecimiento de los montos fue mayor al número de personas, lo que implica que en promedio aumentaron los montos recibidos por persona.
El documento, que analiza las remesas de 2017-2022, indica que fueron diciembre y mayo los meses en los que las personas cobran más remesas, siendo Francisco Morazán y Cortés los departamentos con recepción de remesas.
Origen
De todos los países, es Estados Unidos el más importante para Honduras en cuanto a remesas familiares y actividad comercial.
De acuerdo a una encuesta del BCH, el 91.1% de la población migrante encuestada reside en Estados Unidos, seguido por España con un 5.3% y México con un 0.6%. Los demás destinos migratorios, como Canadá, Alemania y Guatemala, representan una proporción menor entre los consultados.
En 2023, las remesas totales sumaron 9,176.8 millones de dólares, de los que el 98.3% fueron enviados por los compatriotas que radican en Estados Unidos, según el BCH.
En cuanto a la distribución por género en Estados Unidos, la cifra es relativamente equitativa, con un ligero predominio femenino del 52.1%.
Al analizar la ubicación de los migrantes hondureños en Estados Unidos, se observa que el 63.2% se concentra en siete estados: Florida, Texas, California, Nueva York, Luisiana, Carolina del Norte y Georgia.
El 36.8% restante se dispersa en otros estados, destacando Illinois, Nueva Jersey, Virginia, Indiana y Tennessee.
Las proyecciones de Honduras para 2024 son 9,512 millones de dólares en remesas familiares, de los que $9,274.2 millones se estima procederán de Estados Unidos.
Panorama
A nivel regional, entre 2000 y 2023, los países receptores de remesas en Latinoamérica han experimentado cambios importantes en el ranking de acuerdo con el volumen de ingresos recibidos. México ha mantenido una posición de liderazgo indiscutible, ocupando el primer lugar durante todo este período, consolidándose como el principal destino de remesas en la región.
Guatemala, que en el año 2000 se ubicaba en la quinta posición, ha tenido un crecimiento notable, ascendiendo al segundo lugar en 2023, lo que evidencia un aumento en la migración guatemalteca y en la dependencia económica de las remesas para su economía.
República Dominicana, que en el 2000 ocupaba la segunda posición, ha bajado al tercer lugar en 2023, mostrando una ligera disminución relativa en la captación de remesas, aunque sigue siendo uno de los destinos clave en la región.
Colombia, por su parte, ha mantenido una posición estable a lo largo de los años, ubicándose en el cuarto lugar este 2023.
Honduras ha experimentado un crecimiento en la recepción de remesas. En el año 2000 ocupaba la séptima posición, pero para 2023 escaló al quinto lugar en el ranking.
El Salvador, que en el año 2000 era el tercer mayor receptor de remesas, cayó al sexto lugar en 2023, mostrando un descenso en su importancia relativa en la región.
Nicaragua ha mantenido una posición más baja en el ranking, pero ha subido del octavo lugar en 2000 al séptimo en 2023, indicando una leve mejoría en la captación de remesas.
Por otro lado, Haití, que en el año 2000 se encontraba en la sexta posición, descendió al octavo lugar en 2023, mostrando una menor captación de fondos en comparación con sus vecinos latinoamericanos.
Dependencia
Pero, mientras las cifras crecen, la dependencia de estas transferencias es cada vez más preocupante. Según Alejandro Kaffati, oficial de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), el 44% de los hogares receptores tienen en las remesas su única fuente de ingreso.
“Dentro de la información que hemos podido recabar y de la utilización de remesas familiares, los hogares han reportado que un 59% de estas remesas son utilizadas precisamente para manutención”, expresó el entrevistado.
Kaffati explicó que los estudios del Cohep indican que solo el 5.2% del promedio que se envía mensualmente por remesas es utilizado para ahorros, mientras que un escaso 0.7% se dirige a inversiones o negocios.
Este dato indica que las familias hondureñas que dependen de las remesas para subsistir no están logrando convertir estos ingresos en fuentes de estabilidad económica a futuro. A pesar del impacto positivo que tienen en el consumo, los fondos provenientes del exterior no se utilizan para generar un capital a largo plazo.
”Yo creo que aquí es donde hay una brecha que tenemos que mejorar como país, es decir, crear los mecanismos, las políticas públicas y los incentivos necesarios para que estas remesas no se vayan únicamente al consumo”, agregó el economista.
Ingresos
La presidenta del Colegio de Economistas de Honduras, Amparo Canales, subrayó la importancia crucial de las remesas para la estabilidad financiera de muchas familias hondureñas.
”Las remesas son vitales, ya que les ayudan a cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y atención médica, mejorando así la calidad de vida de quienes las reciben”, afirmó Canales, destacando que estas transferencias representan un salvavidas económico para miles de hogares en el país.
De acuerdo con la entrevistada, además de garantizar el bienestar de las familias, las remesas actúan como un “colchón financiero” en tiempos de crisis económica o personal, proporcionando un sustento fundamental durante adversidades.
A nivel macroeconómico, Canales enfatizó que “las remesas representan una fuerte y significativa divisa para el país”, superando en muchas ocasiones los ingresos derivados de las exportaciones de bienes. Esto, según la experta, contribuye a la estabilidad de la balanza de pagos, fortaleciendo las reservas internacionales y manteniendo la estabilidad del tipo de cambio.
”Podemos decir que las remesas son un pilar fundamental de la economía hondureña”, añadió, enfatizando su impacto positivo tanto en las familias como en la estabilidad económica del país. Aunque su comportamiento puede variar por factores externos, la presidenta del Colegio de Economistas asegura que “su importancia no puede subestimarse”.
Hasta el tercer trimestre de este año, Honduras alcanzó el 75.58% de la meta anual de 9,518 millones de dólares, según lo estipulado en el Programa Monetario 2024-2025. Es decir, que Honduras deberá sumar 2,323.7 millones de dólares en el último trimestre de 2024, equivalente a 775 millones al mes, en promedio.
Martín Barahona, expresidente del Colegio de Economistas, describe el fenómeno de las remesas en Honduras como una “paradoja económica”. Según él, las remesas surgen como consecuencia de un problema y, al mismo tiempo, representan una solución crucial para la economía hondureña.
“Nacen de la falta de oportunidades, del desempleo, de la inseguridad y la desesperación que obliga a muchos hondureños a buscar mejores condiciones en el exterior,” afirmó Barahona. Sin embargo, una vez que los migrantes se establecen y encuentran trabajo en el extranjero, envían dinero a sus familiares, aliviando las tensiones económicas en el país.
En su análisis, Barahona introduce el concepto de “exilio económico”, refiriéndose a los migrantes como personas que, tras ser excluidas del sistema económico local, se transforman en salvadores del mismo.
“Lo que surge de un problema se convierte en una solución. Aquellos que fueron excluidos, ahora son quienes sostienen gran parte de la economía,” explicó. Sin las remesas, advirtió, Honduras enfrentaría una crisis económica de proporciones devastadoras.
Pero la dependencia de las remesas no es exclusiva de Honduras, mencionó Barahona, sino que se extiende a gran parte de Centroamérica y el Caribe. Sin embargo, en la región, Honduras es uno de los países que más depende de estos flujos de dinero en relación a su PIB.
Las remesas de 2023, que sumaron 9,176.8 millones de dólares, representaron alrededor del 26.91% del Producto Interno Bruto (PIB), calculado en 34,107 millones de dólares. Para 2024, se anticipa que el PIB de Honduras crezca a 35,710 millones de dólares, acompañado de un incremento en el flujo de remesas, que se proyecta alcanzará cifras aún mayores.