“No estamos ciegos, sabemos que hay manzanas podridas”: director de Dipampco
El comisionado general Mario Molina, director de la Dipampco, dijo que este año han puesto a la orden de los juzgados a 39 policías acusados de delitos graves
Foto: LA PRENSA
Mario Molina Moncada, jefe de la Dirección Policial Antimaras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco).
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El comisionado general Mario Molina Moncada, jefe de la Dirección Policial Antimaras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco), aseguró que están haciendo una depuración sostenible en la Policía, que implica sacar no solo a los agentes que delinquen, sino que también por falta de idoneidad.
El jefe policial se refirió en esos términos al reaccionar sobre la serie de investigación de LA PRENSA, que revela con indagaciones y testimonios los abusos y actos ilícitos cometidos por policías amparados en el estado de excepción decretado por el Gobierno.
Molina manifestó que el ministro de Seguridad, Héctor Gustavo Sánchez, y el directorio estratégico de la Policía han dado instrucciones de que cualquier agente u oficial que en forma individual o grupo que se preste a cometer actos ilícitos tiene que ser puesto a la orden de los juzgados competentes.
“Hay 39 funcionarios que han cometido delitos graves y se han puesto a la orden de la justicia para que se les siga los procesos penales que corresponden”, aseveró el general.
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Manifestó que no se puede descartar ni afirmar que hay criminalidad organizada en la Policía.
En la Policía hay un plan de incentivos que el ministro ha implementado con varias prebendas, bono alimenticio y aumentos de sueldos que antes no tenían los policías y también se ha mejorado la infraestructura para que tengan buenas condiciones para pernoctar. “Los funcionarios policiales están bien pagados con relación a otras profesiones, y si aún así con esto cometen una acción individual es meramente aislada”.
Según el alto oficial, el crimen organizado tiene un plan para atacar a los operadores de justicia como la Policía infiltrándolos y ofreciéndoles dinero para que trabajen a favor de ellos y desprestigiar a la institución.
“Ahorita somos víctimas de una campaña de desprestigio de algunos grupos delictivos organizados. Tenemos conocimiento de que pagan a testigos falsos para que vayan a poner denuncias en contra de la institución, que está haciendo bien las cosas”, señaló.
Al preguntarle si la práctica de implantación de pruebas de parte de agentes es para tener estadísticas favorables a la Policía, respondió que “ningún director le va a decir a un policía que haga esa práctica para que suba o baje estadísticas porque tenemos cualquier cantidad de monitoreos de parte de veedores”.
Señaló que también hay un sistema de estadística policial en el cual no hay manera de “quitar o poner estadísticas”.
El general dijo que hasta el momento no tienen conocimiento de que policías delaten a testigos para que los desaparezcan.
Con relación a las denuncias contra la institución, expuso que en las estadísticas que ellos manejan “tenemos entendido que está la Policía Preventiva, Tránsito y después posiblemente Dipampco y la DPI”.
Referente a las cifras que maneja el MP, que indican que el 95% de denuncias que conocen corresponden a la Dipampco, dijo: “Realmente no tengo entendido eso”.
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“No estamos ciegos y sabemos que hay algunas manzanas podridas, pero nosotros les estamos dando seguimiento, y no es que nos quedemos callados, van a los juzgados. Inclusive cuando nosotros nos damos cuenta de que otro operador de justicia, llámese juez o fiscal, no cumple con sus funciones hacemos el informe y se lleva ante el ministro y se va a la Fiscalía y se toman medidas”.
Molina refirió que cuando asumió la dirección de la Dipampco se sometió a varios filtros al personal, y uno de ellos es el centro de credibilidad y confianza de la Policía, que es uno de los mejores de Latinoamérica, cuyo propósito es perfilar y sacar a la gente que no es idónea para la misión de esa dirección.
Precisó que en la primera fase se fueron 56 policías, unos voluntariamente porque no se estaban adaptando a la institución como debería ser, y otros se pusieron a la orden de la justicia.
En la segunda fase salieron 57 agentes más “y hemos quedado un poco limitados de personal, pero por la experiencia que hemos tenido preferimos tener poco personal idóneo y mejor capacitado”. Manifestó que dentro de la Policía, la Dipampco es la que coadyuva a los esfuerzos de otras direcciones, “lo que nosotros definimos como una dirección de alto rendimiento y hace una función de alto rendimiento”.
“Lo que podemos decir es que estamos depurando y haciendo las cosas correctas, y llamamos a la sociedad a que interponga las denuncias si son afectados por actos irregulares, y le pedimos a la sociedad que confíe en su Policía”, enfatizó Molina.