El valle de Sula aloja 400 sitios de valor arqueológico

El Ihah conformó el comité asesor del valle de Sula para convertir en prioridad dos sitios de gran importancia para la historia del país.

Foto: Héctor Edú

En la propiedad del Movimiento Camino, uno de tres montículos de piedra sobresale:

vie 17 de marzo de 2023

8 min. de lectura

Pocos se atreverían a creer que en la Capital Industrial de Honduras, en medio de lo que ahora es una importante zona residencial que aloja tres de las torres más altas de la urbe donde otras dos están en construcción, haya un sitio arqueológico más antiguo que casi todo lo que hoy está en pie en esta ciudad.

Sí, es real, data del Periodo Clásico Tardío y consta de tres montículos de piedra que son celosamente resguardados por el movimiento cristiano Camino en Rancho El Coco, y que pasan desapercibidos ante los ojos de todo el mundo, ya que la misma naturaleza se encargó de preservarlos y esconderlos.

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Jamás ha sido excavado y se encontró cuando se limpiaba el predio para construir; sin embargo, hoy se conserva porque también se han hallado restos de vasijas y cerámicas.

Aunque el otro más conocido de la ciudad es Currusté, ubicado en las cercanías de la laguna de Jucutuma, las investigaciones realizadas allá por 2009 no continuaron, por lo que hoy el sitio, al igual que la gran mayoría, se han mantenido cubiertos por un manto de maleza y olvido.

$!575 estructuras han sido identificadas en el sitio arqueológico Cerro Palenque, ubicado en la aldea Santiago, en Pimienta.

El sitio arqueológico del grupo Camino está entre uno de los mejores conservados y más limpios del valle de Sula, solo precedido por el parque Los Naranjos y el de Cerro Palenque, en la aldea de Santiago, Pimienta.

Estos lugares son tres de más de 400 iguales diseminados en toda esta planicie.

Lo que se sabe de ellos, la mayoría ubicados en propiedades privadas, sus primeros habitantes y lo que han encontrado en algunos de los sitios investigados consta en el escrito realizado por los investigadores John S. Henderson, Ricardo Agurcia F. y Thomas A. Murray, denominado Proyecto Arqueológico Sula (PAS), en una investigación conjunta realizada hace 42 años entre el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (Ihah), la Universidad de San Pedro Sula y la Universidad de Cornell, Ithaca de Nueva York.

Dan vida a comité

Con el fin de revivir esos conocimientos, preservar el patrimonio cultural y volver a estudiar estas zonas que podrían desaparecer por el acelerado crecimiento urbano y la ocupación de más tierras para cultivos, el Ihah conformó a principios de este año el comité asesor del valle de Sula.

“El valle de Sula ha experimentado acelerados procesos de urbanización, lo que, unido a este abandono o negligencia de las administraciones pasadas, llevó a la pérdida irreparable de una parte de la riqueza cultural de la región”, expuso el Ihah al lanzar el comité.

Resolvió, además, convertir en prioridad para este año la valorización de dos sitios arqueológicos de gran importancia para la historia del país y del valle: Cerro Palenque y Currusté.

El comité está conformado por intelectuales nacionales y extranjeros y gestores del patrimonio cultural hondureño, como Rosemary Joyce, profesora de Antropología de la Universidad de Berkeley, California; Rusell Sheptak, investigador asociado a la universidad de Berkeley que realizó una tesis doctoral sobre los pueblos indígenas del valle de Sula en el periodo prehispánico y colonial.

También lo integran Rodolfo Pastor Fasquelle, historiador hondureño y autor de una de las obras más completas sobre la historia de San Pedro Sula; además, la antropóloga Teresa de María y Campos, muy conocida por su labor en el Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula.

También es parte del comité Merari Guevara Bueso, especialista en turismo cultural y docente universitaria, así como Rafael Antonio Delgado, economista y catedrático universitario.

Mediante la solicitud de información 002-OIP-2023, el doctor Rolando Canizales Vijil, gerente general del Ihah, señaló que se gestionan apoyos con universidades y centros de investigación de Estados Unidos. Para el alcalde de Pimienta, Raúl Ugarte, ya es tiempo de que se haga algo importante con los sitios arqueológicos del valle de Sula, en particular con el alojado en el punto más alto de su pequeño municipio.

“El Cerro Palenque es una joya arqueológica, pero tengo más de 20 años de estar escuchando el mismo tema: ‘le vamos a dar un empujón’, y no vuelven. Nosotros no tenemos un presupuesto asignado para ese tipo de proyectos porque es exclusivamente del Gobierno”, señala.

Aun así, el jefe edilicio sostuvo que si esta vez arranca para impulsar el parque arqueológico estaría dispuesto a apoyar con alguna contraparte si se lo solicitan.

$!Currusté luce enmontado. Periodistas de LA PRENSA Premium visitaron el sitio.

“El parque arqueológico es una joya y deberían tener en sus planes un proyecto”, expuso.

Ugarte señaló que un proyecto de esta magnitud potenciaría el turismo en un municipio pequeño que día con día lucha con mejorar. Contó que el año pasado recaudaron en impuestos más de 19 millones de lempiras, hecho que considera histórico.

“Pimienta está fortalecido. Siendo un municipio pequeñito estamos bien, no somos un municipio pobre, tenemos una gran voluntad de trabajo y tenemos recursos para poder hacerlo”, dijo orgulloso el alcalde, que ha sido reelecto en seis ocasiones.

Indagaciones en Palenque y Currusté

Se desarrollaron muchas investigaciones desde el año 1932, posteriormente se dieron las indagaciones desarrolladas por los arqueólogos George Hasemann y Vito Véliz (1977), entre otros.

Más reciente se elaboró el proyecto de “Potencialización del Parque Arqueológico de Currusté” (2007), que comprendió la investigación arqueológica, restauración y consolidación de estructuras, diseño de un programa de infraestructura básica, así como se planificó la construcción y habilitación del centro de visitantes.

Este proyecto arqueológico fue dirigido por la doctora Jeanne Lopiparo, del Departamento de Antropología de la Universidad de California, Berkeley, y la arqueóloga Geraldina Tercero, quien era la directora de Interpretación. Ahora solo se han estado implementando en los últimos años labores de limpieza, reparación de cercas, entre otras. Debido a que la zona se ha vuelto muy conflictiva se ha dificultado iniciar algunos proyectos de rehabilitación del sitio.