Ferri en "El Cajón", el transporte que transforma la región

SANTA CRUZ DE YOJOA, CORTÉS. Miss Pamela y Roberto son dos nombres que día con día se van haciendo más conocidos en el embalse de la central hidroeléctrica Francisco Morazán, mejor conocida como El Cajón. No son dos personas, sino dos ferri/botes que prestan un servicio invaluable a más de 250,000 personas que viven en los municipios que colidan con el embalse.

Este servicio de transporte que se reanudó el año pasado tras la reconstrucción de los ferris, comenzó a flotar allá por los años 2000 y 2001, gracias al apoyo en distintas ramas que acompaña desde 1982 el Proyecto Aldea Global en todas las comunidades entorno al embalse.

Estas embarcaciones empujadas por un potente motor y que flotan en una especie de balsa construida sobre chimbos metálicos, es el medio de transporte ideal para los que quieran llegar al norte de Comayagua, ahorrando hasta seis horas de camino, si se van por la carretera CA-5 y luego tomando la vía secundaria RN-57 desde la cabecera de Comayagua hacia los municipios de La Libertad y Las Lajas, ubicados al norte.

El ferri Roberto es el titular del dúo y lo comanda como mucha pericia Concepción Velásquez, quien es parte del proyecto desde sus inicios hace 23 años.

Desde su asiento, en una especie de palco en lo alto del ferri, él conversó con el equipo de LA PRENSA Premium sobre su quehacer y lo mucho que le sirve a los lugareños de municipios como Santa Cruz de Yojoa, Meámbar, La Libertad, Las Lajas y varios de Yoro como Sulaco y Victoria, este servicio.

El servicio de los ferri-botes es apto para trasladar personas, vehículos, productos agrícolas y ganado a través de la represa El Cajón. Son más de 100 comunidades en los departamentos de Cortés, Comayagua y Yoro las beneficiadas con este sistema, incluso, se abrió una ruta de buses que cruza dos veces por día.

Velásquez explicó que el servicio se provee los siete días de la semana y es muy conocido entre los usuarios de la zona. Han habilitado dos horarios. Del puerto de Pozo Zarco (Santa Cruz de Yojoa, Cortés) sale con pasajeros cada mañana a las 6:30 am rumbo al puerto de Los Terreritos (La Libertad, Comayagua). De ahí regresa a las 7:30 am con los viajeros que van para Cortés.

En la tarde, el siguiente horario de ida es a las 2:00 pm y vuelve de regreso a las 2:00 pm. Los precios varían si se viaja en horario o fuera de este. Por ejemplo, por cada persona, el costo es de 50 lempiras, por motocicleta cobran 100 y por vehículo liviano L500. Caben hasta cuatro carros por viaje en el bote y 50 personas.

También cruzan camiones pequeños para quienes el costo es de L800 y los grandes pagan L1,200. También movilizan ganado. El costo varía por el número. De cinco a 10 cabezas de ganado cobra L150 por cada una, y por más de 15 cobra L100 por cada res. Al bus le cobran 350 lempiras.

Para que el viaje le salga económico lo aconsejable es acudir en los horarios establecidos, pero si tuvo un atraso o un imprevisto también puede cruzar pagando un costo adicional (ver tabla). Los ferris, salvo cuando cubren algunos de los horarios, se encuentran de uno o del otro lado del embalse.

“El bote tiene un motor 115, tiene bastante capacidad para no tener inconvenientes en el camino. Tenemos ya casi un año de operar con este motor que está nuevo y no nos ha dado ningún problema”, cuenta orgulloso don Conce, como le dicen de cariño sus pasajeros.

En cuanto al tiempo que se ahorra, es para Velásquez la mayor ganancia del servicio que provee.

“Desde que usted se sube al ferri hasta que cruzamos el embalse solo transcurren 30 minutos. Y de ahí a Las Lajas, otros 40 minutos más. Es decir, hace el viaje en menos de hora y media. Si va de San Pedro Sula a Las Lajas tendrá que hacer un recorrido de siete horas o más. Esa esa la gran ventaja de este servicio”, apuntó el conductor, que radica en Santa Cruz y que acompaña cada uno de sus viajes con un pequeño radio de baterías en el que escucha las noticias.

El ferri cruza en línea recta un trayecto de poco más de kilómetro y medio y se traslada a una velocidad moderada. “El ferri es fuerza, no velocidad”, afirma Velásquez.

Él invitó a la población que no es de la zona a utilizar este servicio con fines turísticos para que no solo vivan la experiencia de subirse a un ferri y disfrutar de la brisa del embalse, sino que tenga una perspectiva diferente de todas las bellezas del espejo de agua alimentado por los ríos Humuya y Sulaco.

“Ya hemos brindado el servicio turístico a excursiones. Si quieren ir en grupo a recorrer la cortina o a ver de cerca las peceras, podemos llevarlos. Algunas personas hasta traen anafres y pasan un día bonito”, finalizó.