Sara y frente frío arrasaron plantaciones y ganado en Colón, Atlántida y Yoro
Cultivos de palma africana, banano y maíz seguían esta semana bajo el agua, mientras que la producción de leche peligra porque no logran sacar el producto de las zonas incomunicadas.
Foto: Franklin Muñoz
Los cultivos de palma africana, banano y maíz en Santa Rosa de Aguán, Colón, seguían inundados.
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SAN PEDRO SULA
La tormenta tropical Sara y el frente frío dejaron millonarias pérdidas en el sector ganadero y agrícola de Atlántida, Colón y Yoro. Los productores claman al Gobierno por respuestas inmediatas y efectivas, pues la falta de acciones podría poner en riesgo la producción de leche: hay sectores incomunicados donde no pueden acceder para la recolección de leche.
“Esperamos respuestas inmediata, pues desde (las tormentas) Eta y Iota muchos no se habían repuesto y ahora están más necesitados y requieren de insumos económicos frescos para seguir produciendo”, solicitó Mauricio Ártica, presidente de la asociación de ganaderos de Colón.
Ártica reúne la voz de decenas de productores afectados por el temporal lluvioso registrado este noviembre. Los daños van más allá del sector lechero. Cultivos de maíz y arroz, así como plantaciones de banano y palma africana se suman al listado de estragos económicos causados por los aguaceros. Además, se cuantifican de forma preliminar la pérdida de más mil cabezas de ganado.
Los primeros datos de daños son procesados por las asociaciones de ganaderos y agricultores, cuyos representantes elevan a la administración central la petición de apoyo. Sin embargo, la cifra real de pérdidas está lejos de consolidarse.
Impacto
Hay zonas del municipio de Santa Rosa de Aguán, en Colón, que todavía están incomunicadas, al igual que en Iriona, donde los técnicos no han logrado llegar a las haciendas para evaluar el ganado y las propiedades, aclaró Ártica.
En Colón, hay pérdidas en los cultivos de arroz y maíz, así como las plantaciones de palma africana y banano. Además, los productores de tres municipios de Colón tienen problemas para trasladar la leche a la industria y a los queseros artesanales, a raíz de los caminos inhabilitados.
Solo en esa zona los ganaderos reportan 500 cabezas de ganado que se ahogó y otras que se perdieron en las haciendas inundadas.
- > Más de mil cabezas de ganado ahogadas reportan de forma preliminar los ganaderos de Atlántida, Colón y Yoro, además de cultivos perdidos.
Olanchito, en Yoro, enfrenta una problemática similar. Víctor Ponce, presidente de agricultores y ganaderos del municipio, manifestó que las inundaciones en tiempo récord provocadas por el río Aguán dañaron el nervio productivo de la zona.
La producción de leche reporta desde ya una disminución del 70 por ciento (no pueden mover el producto por la falta de acceso) y se perdieron más de tres mil manzanas de cultivos de maíz y palma, así como de pasto para ganado.
“Esta vez la naturaleza se persignó en Olanchito, perdimos 504 cabezas de ganado y solo es una parte de los ganaderos que han reportado sus daños; otros que están incomunicados aún no lo han hecho”, lamentó.
Ponce precisó que en el sector de la comunidad de El Juncal, donde él y otros ganaderos tienen sus haciendas, el daño es devastador, pues la inundación cubrió en su totalidad las plantaciones y nadie logró rescatar el ganado.
Solo en esa región de Olanchito los ganaderos producen en promedio 3,000 litros de leche a diario a través de los 21 centros de recolección de leche y 32 tecnificados, pero tras los torrenciales la productividad se redujo a 1,500 litros diarios .
Además del río Aguán, las fincas de Olanchito recibieron el golpe de los ríos Uyuca, San Marcos (que destruyó puentes) y San Patricio (que derrumbó un paso y dañó un balneario).
Los ganaderos de Olanchito venían de sufrir una sequía el año pasado que mató unas cuatro mil cabezas de ganado.
Producción
Domingo Henríquez, presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Atlántida, expuso que en Jutiapa y La Ceiba, exactamente en Yaruca en la cuenca de río Cangrejal, aún hay muchos agremiados que no pueden salir, por lo que trabajan en la rehabilitación de una calle por Piedra Amarilla para que puedan abastecerse de alimentos.
La parte productiva está caída, lamentó Henríquez, quien agregó que “las pérdidas son incalculables, la producción de leche cayó en un 50 por ciento y el centro de recolección no está entregando el producto debido a los daños”.
Por mientras, levantan un reporte de daños en cada una de las zonas, “estamos esperando respuesta inmediatas para reactivar la producción”.
Enfatizó que han tenido respuestas por parte de alcaldes del departamento para la reparación de la infraestructura en zonas productivas. Henríquez expuso que “no estábamos preparados para una eventualidad de esta y por ahora hemos tenido poco apoyo del Gobierno”.
También hay gran preocupación sobre cómo alimentar el ganado, pues el pasto se perdió y muchos caminos están intransitables.
Dulio Medina, de la Asociación de Productores de Granos de Honduras (Prograno), subrayó que en los departamentos más afectados ya suman más de 400 millones de lempiras en pérdidas.
En Colón tienen 11,000 manzanas de arroz perdidas , que significan 240 millones de lempiras, en Yoro y Cortés se perdieron 69,000 quintales de maíz y 900 de frijoles, que suman los 28 millones de lempiras.
Informe
La Secretaría de Gestión de Riesgos (Copeco) aún no reporta un estimado de los daños en el sector productivo.
La última actualización indica que la tormenta Sara y el frente frío cobraron la vida de al menos siete personas, y dejaron 250,908 personas afectadas.
Un total de 84,486 personas resultaron damnificadas y 8,247 hondureños aún permanecían ayer en albergues.
Hay daños en 4,762 casas y 430 hogares fueron destruidos por las crecidas de los ríos y había, hasta el viernes reciente, 2,492 comunidades incomunicadas.
La mayor afectación por las inundaciones en el valle de Sula están en los excampos bananeros de El Progreso, pues la Duarte y otras colonias siguen incomunicadas, al igual que Amapa, donde el río Ulúa rompió un bordo.
Tampoco hay paso entre las aldeas Miller y El Cayo. Otra zona afectada son los bajos del río Chamelecón, en la aldea la Poza del Riel de La Lima, donde están incomunicados desde el viernes 15 de noviembre.