Más de 60 temblores en Comayagua tienen en vilo y sin dormir en paz a pobladores

Las Lajas, Comayagua

Los nervios están a flor de piel. Desde que la tierra se estremeció como gelatina en los municipios de Las Lajas, La Libertad y Minas de Oro, nadie ha vuelto a dormir con la paz habitual.

En el norte de Comayagua, los temblores son el tema común de conversación. Basta con preguntar a alguien si los han sentido para que cuenten con lujo de detalle la pesadilla en la que están sumidos desde el jueves 12 de octubre a las 2:00 de la tarde cuando se produjo el primer estruendo que hizo que los techos tronaran y los árboles se sacudieran provocando que todos salieran corriendo a las calles.

Desde entonces y hasta hoy han transcurrido 10 días en los que han sucedido 61 temblores, en los que van seis sismos importantes de magnitudes 5.2, 4.2, 4.2, 4.0, 5.0 y 4.2, más otros en su mayoría, de menor intensidad.

Aunque dos de los temblores más fuertes fueron perceptibles en casi todo el país, aquí los han sentido casi todos.

Griselda Gutiérrez, cabeza de una de las 82 familias que viven en la comunidad Joyas de Mulas en Las Lajas, abrió las puertas de su hogar a LA PRENSA Premium para mostrarnos lo que los temblores les hicieron a una de sus casas.

Cuenta que el sismo del sábado 14 de octubre abrió más las fisuras en las paredes de los dormitorios y la sala de la casa en la que duermen sus tres hijos.

“Los saqué a todos de aquí y estamos durmiendo todos amontonados en la casita de madera, pero, me da miedo que les caiga encima. Medio escuchamos un ruidito raro y ya nos asustamos. El día del temblor más fuerte, yo estaba en el molino, mi esposo estaba partiendo leña y los cipotes mirando tele. Cuando vieron que todo se estremecía salieron corriendo. Temblaba todo, el palo de mango parecía que se iba a desraizar”, narró.

Las respuestas a qué es lo que sucede no las tienen, sin embargo, de boca en boca se habla de todo. “Allá por Candelaria nos dijeron que hay un cerro echando humo, y aquí por Tapiquiles hay otro, lo que nos han dicho es que se están formando un volcán”, afirmó.

El temor por lo que pasa en las profundidades de la tierras los tiene en total alarma.

Misael Ulloa, líder en la aldea Joyas de Mulas, también nos mostró su casa agrietada, y contó que en sus 67 años de vida nunca había pasado tantos sustos como con los recientes y constantes temblores.

“Las réplicas se están dando hasta Pimientillas y Joyas del Blanco, nosotros estamos en medio. Por aquí pasa un río que solo tiene un kilómetro de largo y pasa por debajo de la tierra, y creemos que por eso tiembla. La verdad, no sabemos qué pasa y no ha habido una institución que venga a decirnos cuál es el problema, porque aquí ya no se duerme tranquilo”, lamentó.

Arcadio Castillo, maestro y director municipal de educación del municipio de Las Lajas, señaló que las autoridades de Copeco ya han llegado a la zona para asistir con algunos implementos a familias afectadas.

“Hemos contemplado suspender las clases, pero necesitamos autorización del nivel central. Estamos en zozobra, en desconocimiento total de lo que está pasando”, lamentó Castillo.

Dijo que aun no han podido cuantificar la magnitud de los daños en su municipio y en los vecinos, ya que a medida la población se comunica con sus respectivas autoridades municipales han podido establecer que hay varias viviendas fisuradas, en especial, en las aldeas que colindan con el embalse de la represa El Cajón.

“Allí es donde los temblores son más frecuentes y las casas son de adobe, ese material no da para poder resistir esos movimientos de la tierra. Tengo maestras en las comunidades que me dicen que no saben qué hacer porque las paredes están dañadas”, lamentó.

Como educador, señaló que en gran parte del país, los temblores se han sentido, y luego de eso la gente sigue con sus actividades normales, pero en la zona, casi todos han sido perceptibles y se dan más por la noche.

“La gente está preocupada porque las casas les caigan encima y no se emita una alerta de parte de Copeco para poder despejar la zona o buscar refugio en otras comunidades donde no está temblando”, afirmó Castillo.

Además de la aldea de Joyas de Mula, donde casi todos los habitantes de la aldea tienen daños en sus viviendas, hay otras aldeas afectadas más al norte como la aldea Tapiquiles, donde hay varias casas y escuelas agrietadas.

Hizo un fuerte llamado de auxilio para que personal entrenado en atención a desastres de Copeco para que vaya al lugar y de inmediato prepare talleres para orientar a la población en qué hacer en caso de sismos, ya que desde el jueves no ha dejado de temblar ni un día. A través de sus redes sociales, personal local de Copeco ha entregado canastas con víveres y colchonetas a algunas familias del norte de La Libertad, Comayagua.