San Pedro Sula rompe el ciclo de violencia de las maras al bajar homicidios

En San Pedro Sula, de 820 muertes violentas en 2015, la cifra se desplomó a 286 en 2022. En los últimos años la Capital Industrial registró 833 homicidios menos que Tegucigalpa.

Foto: Archivo / LA PRENSA

Forenses y miembros de la Policía custodiando la escena de una masacre registradas en abril de 2023 en un hotel abandonado de Comayagüela.

mar 11 de julio de 2023

San Pedro Sula, Honduras.

La violencia causada por el crimen organizado, maras y pandillas es uno de los principales problemas que azota a Honduras.

Muchas de las muertes ocurridas a lo largo del tiempo han sido atribuidas a estructuras criminales organizadas que pelean territorios para la venta de drogas o disputas internas. San Pedro Sula, particularmente, ha sido durante años uno de los peores escenarios donde la violencia ha dejado una profunda huella en su sociedad.

El crimen organizado ha logrado establecer un dominio territorial, especialmente en zonas marginales y vulnerables. Estos grupos se dedican a actividades como narcotráfico, extorsión y tráfico de armas, generando un clima de violencia constante. Por su lado, las diferentes bandas, pero principalmente la Mara Salvatrucha y Pandilla 18, también han tenido una prevalencia, dedicándose a extorsionar, traficar droga y ejecutar personas. Su rivalidad histórica y luchas por el control de sectores han provocado una oleada de homicidios, pues utilizan la violencia como forma de establecer dominio y enviar mensajes a sus enemigos.

Sangre

Un recuento de los últimos ocho años y medio (de enero de 2015 a mayo de 2023) que analizó LA PRENSA Premium indica que se suscitaron 3,870 homicidios en San Pedro Sula, aunque la cifra fue descendiendo en los años siguientes al pasar de 820 muertes violentas en 2015 a desplomarse a los 286 homicidios en 2022.

Mientras que hasta mayo de 2023 se tenía una cifra parcial de 61. En este período de ocho años, el sector Rivera Hernández encabezó la lista con 410 homicidios, seguido de Los Cármenes con 233 víctimas, Chamelecón con 213, puntos ubicados en las cercanías del hospital Catarino Rivas con 118 y el barrio Medina con 101. Las demás zonas de la ciudad completan el listado con menores cantidades.

Según informes que maneja la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y que dio a conocer en conversaciones con este medio de comunicación, en cerca del 60% de estos eventos los casos aún están en proceso de investigación o se concluyó que fue por rivalidad entre maras, pandillas y crimen organizado, así como por enemistades personales. El resto se divide entre causales asociadas a drogas ilícitas, riñas, disturbios, robos, entre otros.

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Pese a que en la mayoría de fallecidos no se logró identificar las ocupaciones, sí se encontró que muchos trabajaban, según las bases de datos oficiales, como labradores, comerciantes, jornaleros, amas de casa, albañiles y guardias. La mayor parte de víctimas eran hombres y tenían entre 25 y 30 años. En más de 3,000 episodios se utilizó el arma de fuego como mecanismo para matar.

Datos
  • > Muchos de los expedientes vinculados a muertes por el crimen organizados y maras y pandillas quedan cerrados o envagetados en la Policía y Fiscalía
  • > Tegucigalpa reporta una tasa parcial (a mayo) de 9.2 homicidios por cada 100,000 habitantes, mientras que San Pedro Sula lleva un reporte de 8.4 muertes violentas, conforme datos oficiales
  • > Indagaciones policiales apuntan a que muchos de estos homicidios fueron por personas que se tomaron justicia por su mano o muertes selectivas
  • > Los crímenes desnudan el grave problema de inseguridad e impunidad al no poderse investigar los hechos ni establecer a los responsables
  • > Población joven, sobre todo menores de 30 años, ha sido la más afectada por la violencia causada por crimen organizado y maras
  • > Desde organismos de Derechos Humanos se pide a las autoridades actuar con diligencia para esclarecer los homicidios e identificar, enjuiciar y castigar a los responsables.

Aunque ambas ciudades continúan siendo las más violentas, Tegucigalpa está por encima de San Pedro Sula, ejemplo de esto es que entre los años 2018 y mayo de 2023 la Capital Industrial registró 833 homicidios menos que la capital. Los análisis detallan, además, que aunque las tasas han disminuido en comparación con años anteriores, aún existe una alta incidencia de violencia en ambas ciudades.

Tegucigalpa, de enero a mayo de este año, registró una tasa de homicidios de 9.20 por cada 10,000 habitantes, en contraste, en San Pedro Sula fue de 8.38. Aunque este dato es ligeramente menor que la de la capital, sigue siendo significativo y refleja la persistencia de la violencia en esta ciudad.

Salidas

Para combatir el crecimiento exponencial de la extorsión y otros delitos como el homicidio, el 16 de diciembre de 2022 se decretó un estado de excepción que vendría a reducir los fenómenos de violencia en Honduras, pero aún con la medida adoptada desde el inicio de la medida hasta el 12 de abril de este año, Tegucigalpa reportó 90 homicidios, mientras que San Pedro Sula, 55.

La escalada de violencia no ha dado tregua. Una masacre de 13 personas ocurrida el 24 de junio dentro de un billar en la colonia Victoria, de Choloma, detonó un toque de queda “especial” para ese municipio ordenado por la presidenta Xiomara Castro y a partir del 4 de julio para San Pedro Sula, luego de que asesinaran a tres personas en un bar, a la viuda del extinto Magdaleno Meza en un negocio de Río de Piedras y a otras seis que departían en una casa en la colonia Santa Martha.

Para Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), las medidas empleadas en los últimos meses son positivas, aunque cree que no serán suficientes para disuadir la violencia, puesto que se tuvo que intervenir mucho antes a través de la prevención.

“Sabemos que Tegucigalpa ha sido afectada, pero aún más San Pedro Sula, ciudad atractiva para el crimen organizado porque se mueve mucho dinero. Es preocupante la gran incidencia en Cortés y la respuesta estatal ante este fenómeno no ha sido suficiente”, externó el analista.

Análisis de datos
  • > En ocho años, el sector Rivera Hernández, en la periferia de San Pedro Sula, es el que reporta la mayor cantidad de homicidios, seguido de Los Cármenes
  • > En el primer anillo de Circunvalación, el lugar con más muertes violentas es el barrio Medina, otro sector “caliente” es los bordos cercanos al hospital Catarino Rivas
  • > Según investigaciones de la Policía, el 60% de los crímenes en San Pedro Sula están relacionados con maras y pandillas, crimen organizados y enemistades.

Castañeda considera que parte del opaco resultado del estado de excepción y toque de queda es que “la Policía Nacional cuenta en este momento con una cifra histórica menor de policías en comparación a antes, entonces les resultará difícil combatir en número a los criminales. Es importante activar comités en barrios y colonias que creen estrategias para mejorar la seguridad en cada zona”.

Según los últimos reportes analizados por este medio, en Honduras hay 16,239 policías activos, lo que deja una relación de 168 uniformados por cada 100,000 habitantes.

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”Hemos coordinado programas sociales, rehabilitado a muchos que se retiraron de las maras y los hemos reinsertado a la sociedad a través del trabajo”: Daniel Pacheco, pastor del sector Rivera Hernández.

Daniel Pacheco, pastor del sector Rivera Hernández, reconoce y lamenta el crecimiento de la zozobra y desconfianza entre la población ante la presencia de estructuras y frente a sus mismas autoridades.

Pacheco ha dirigido durante muchos años programas sociales y ha logrado rehabilitar a varios exmiembros de maras y pandillas en San Pedro Sula.

En la sociedad civil sostienen que es imperativo implementar estrategias de prevención del delito y promover la seguridad ciudadana a través del fortalecimiento de la presencia policial, reforzando el sistema de justicia y fomentando la participación comunitaria para crear oportunidades a población en riesgo.