Entre el lodo y abandono sufren en aldeas de Tocoa
Habitantes de La Prieta y otras aldeas seguían con la limpieza de sus hogares, intentando recuperar pertenencias. Productores calculan pérdidas preliminares en cultivos por L400 millones.
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Sin ropa limpia, las familias de La Prieta trabajaban en la limpieza de sus casas. No buscaron albergues y duermen en los suelos fríos y sucios.
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Tocoa
“Ya no quiero vivir en este lugar, ya perdí todo lo que había logrado reconstruir en estos cuatro años después de Eta y Iota, y volvemos a inundarnos”, lamenta doña Mariana Corán, residente en la aldea La Prieta, en Tocoa, Colón, donde las aguas del río Cauca arrasaron con todo a su paso.
“Cuando me desperté ya caminaba en el agua y me salvé porque una hermana de la iglesia me llevó para una terraza”, expresa mientras suspira... y queda en silencio. Las lluvias generadas por la tormenta tropical Sara no tuvieron piedad en esta región, hasta donde llegó un equipo de LA PRENSA Premium.
- > La carretera CA-13 entre Sabá y Trujillo, aunque el paso está habilitado, se halla en pésimas condiciones y con enormes agujeros luego de la tormenta tropical Sara. Hay aún aldeas incomunicadas donde los productores no pueden llegar, así como puentes dañados y criques con arena y escombros.
Tras una corta pausa, doña Mariana camina sobre el lodo tratando de rescatar las sábanas con las que se abrigada. Todavía tiene la esperanza de volver a usarlas, así que planea lavarlas después. Ella está empeñada en rescatar lo poco que quedó de sus pertenencias y con la ayuda de vecinos ha logrado lavar un pequeño congelador, donde helaba los refrescos que vende en un modesto puesto.
“Yo vendo cositas así, frescos y churros, con eso sobrevivo, pero ahora ya no me quiero quedar, mi hija que vive en Belice me dice que me vaya con ella, y creo que me iré”, dice decepcionada al equipo periodístico, mientras el cansancio se refleja en su rostro.
La aldea La Prieta es una de las comunidades más afectadas de Tocoa, Colón. Pero este triste episodio se repite a lo largo de los poblados ubicados a los márgenes de la carretera CA-13, entre Sabá y Tocoa: Achiote, Nueva Esperanza Luzon, Palmeras, Orica, Palos de Agua, Lerida, Cauca, Chiripa, La Bolsa, Las Vegas, Gaupinol y La Concepción, por mencionar algunas.
En algunas de las comunidades, el agua llegó casi al nivel de techo de las moradas; además, las correntadas de agua golpearon con una fuerza destructiva que derribaron paredes y muros.
Solo en La Prieta, un poblado dividido entre ambos lados de la carretera CA-13, hay alrededor de unas 600 viviendas que quedaron totalmente inundadas.
Esta aldea parece estar en una ubicación de alto riesgo: es afectada por el río Cauca y por otro lado recibe el impacto del río Aguán, que consideran llegó con más fuerza esta vez comparado a lo vivido con Eta y Iota de 2020.

Negocios
Aparte de viviendas, en la zona hay un corredor de negocios, como ferreterías, ventas de comidas, tiendas de ropa, abarroterías y pulperías.
Kevin Corano, propietario de la ferretería más grande de la zona, retiraba ayer junto con sus empleados el lodo que anegó su comercio, por lo que tuvo que comprar una pipa de agua.
Con su negocio genera 25 empleos directos y al menos 10 indirectos, pero ahora la incertidumbre se apodera de su futuro y el de sus asalariados. En ese sentido, Corano suplicó al Gobierno por un auxilio financiero, pues “tenemos préstamos”, pero a pesar de que enfrentan esta tragedia “nos toca pagar las cuotas”.

La Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) aprobó ayer una resolución para que personas naturales y jurídicas del sector agrícola afectadas por la tormenta tropical Sara puedan readecuar sus deudas con el sistema financiero, pero no se dio detalle de otro tipo de usuarios.
En tanto, los comerciantes no ven otro camino que empezar de cero: en una de las tiendas de ropa, los dueños y empleados sacaron el producto dañado y terminaron de lavar los exhibidores para reactivar el negocio cuanto antes.

Pérdidas
Las corrientes de los ríos también dañaron la tubería que abastece de agua potable a los habitantes de La Prieta, por lo que las labores de limpieza también son complicadas, la única opción era tomar el agua de los charcos y de dos criques.
Víctor Navarro, un docente de La Prieta, lamentó que “la alerta estuvo a tiempo, pero no hay nadie que le ayude a uno porque cada quien intenta salvar lo que puede y no hay chance de guardar todo”.
La mayoría de lugares huyeron a otras aldeas o se subieron a terrazas al ver que el agua subía de nivel y superaba la pavimentada. Aunque ya reactivaron la energía y ciertas casas gozan de pozos que permiten hacer la limpieza con una hidrolavadora, la mayor parte de los afectados son de escasos recursos y requieren ayuda estatal urgente.
En el recorrido por las zonas de Colón, LA PRENSA Premium constató de primera mano los daños causados por la tormenta tropical Sara. Además de las viviendas dañadas y destruidas, también se observaron plantaciones de palma africana completamente sumergidas.
Igualmente, las aguas arrasaron con plantaciones de banano y afectaron en su totalidad los cultivos de maíz. El sector ganadero también ha reportado pérdidas de ganado, así como haciendas inundadas donde aún no pueden trabajar. En Asociación de Productores de Granos de Honduras (Prograno) estiman de forma preliminar que las pérdidas por los cultivos en los departamentos más afectados ya suman más de 400 millones de lempiras.
Informe
Según último informe de Copeco, la tormenta Sara dejó un saldo de cinco ahogados, así como 207,863 personas afectadas por las inundaciones y lluvias. En el conteo se precisa sobre 49,912 damnificados y 10,128 albergados.
Hasta el momento se reportan 421 casas destruidas y 3,918 dañadas, así como 2,447 poblados que aún están incomunicados por las crecidas de los ríos, la destrucción de puentes y el daño en carreteras.
